Miguel García /Toluca
El estrés, señalan expertos en la materia, es un mecanismo de respuesta ante un acontecimiento que nos genera tensión física o emocional y es considerada la enfermedad del siglo 21.
Pero existe un tipo de estrés que en los últimos años ha tomado una relevancia importante para el sector salud, me refiero al estrés laboral.
Este es un tipo de estrés donde, según el instituto mexicano del seguro social, la creciente presión en el entorno laboral, puede provocar saturación física y/o mental del trabajador, generando diversas consecuencias que no solo afectan la salud, sino también su entorno más próximo, ya que genera un desequilibrio, entre lo laboral y lo personal.
Ante este panorama, el 23 de octubre de 2019, entró en vigor en México, la ley anti estrés o lo que es igual, la norma oficial mexicana Nom 035, la cual, tiene como objetivo establecer los elementos para identificar, analizar y prevenir los factores de riesgo psicosocial, así como para promover un entorno organizacional favorable en los centros de trabajo.
Lo que se traduce en que todas las empresas deberán proteger a sus trabajadores dude factores que les provoquen estrés, ansiedad, deterioro cognitivo o dificultad para concentrarse, pero a pesar de ser una norma establecida en la ley, muy pocas empresas en México la cumplen, esto a pesar de que las sanciones son de un mínimo de más de 420 mil pesos, sólo por no cumplir con las condiciones que establece la norma y se incrementa, conforme se prueban una serie de agravantes establecidas en la ley.
