- La violencia contra las mujeres rebasa al Estado, no cuentan con mecanismos para apoyar a quienes la padecen, señaló la coordinadora institucional de Equidad de Género de la UAEM, Rocío Álvarez Miranda.
La Red Nacional de Refugios reporta que por violencia intrafamiliar huyeron de sus casas 13 mil 631 mujeres durante la pandemia; grave problema que rebasa a las autoridades del Estado, ya que no existen mecanismos para apoyar a las féminas cuya condición social no les permite solicitar ayuda por situación de pobreza o porque existe una brecha digital que impide hacer uso de plataformas en línea, consideró la coordinadora institucional de Equidad de Género de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), Rocío Álvarez Miranda.
La investigadora destacó que el Secretariado Nacional de Seguridad Pública refiere que 106 mil 303 mujeres viven casos de violencia familiar; lo preocupante es que existe una “refuncionalización de la violencia” y está tomando nuevas dimensiones, lo que obliga a las instituciones a trabajar por atender esas formas en que se ejerce. Por tanto, aunque haya legislaciones, la violencia que se da en casa -por ser un espacio íntimo y privado-, deja de lado a las autoridades.
Lo anterior, dijo, ha generado que no se cuenten con los mecanismos que permitan la intervención dentro de las familias, a menos que salga de ese contexto y se denuncie, pero la realidad es que se pasa por alto, porque no está en la mirada pública.
Ante ello, indicó que, aunque se generen espacios de denuncia en línea como el Juzgado Especializado en Violencia Familiar, éste, será funcional en la medida en que se conozca, “las mujeres sepan que existe y tengan acceso a mecanismos tecnológicos para poder hacer contacto con las instituciones y pedir ayuda”.
El Juzgado Especializado en Violencia Familiar será funcional en la medida en que las mujeres sepan que existe y tengan acceso a mecanismos tecnológicos para poder hacer contacto con las instituciones y pedir ayuda.
Rocío Álvarez subrayó que en este tipo de situaciones nos enfrentamos a la brecha digital, porque es una realidad que muchas mujeres no tienen acceso a una computadora, a un equipo móvil o simplemente, no cuentan con internet como para presentar una denuncia. Aunque quieran hacer uso de esas plataformas quedan de lado, ya sea porque el agresor no se los permite o porque la pobreza y las violencias estructurales les impiden hacer uso de ellas.
Insistió en que durante la pandemia de Covid-19 aumentó considerablemente la violencia de género en todas sus manifestaciones, principalmente, la violencia sexual y feminicida contra niñas y mujeres, el problema es que se acrecentó en lugares que deberían ser seguros como los hogares, donde estos actos son perpetrados por los propios familiares.
Ante ese contexto, resaltó que es necesario frenar esa violencia intrafamiliar, porque seguirá acrecentándose, debido a que en la actualidad hay intermitencia y se habla de una cuarta ola que podría remitirnos al confinamiento nuevamente. “Lo que vemos es que la violencia no baja y debemos preguntarnos qué debemos hacer como sociedad para mejorar esas condiciones”, concluyó.