La entidad se encuentra entre los primeros lugares en el ámbito nacional, la investigadora de la UNAM Nuria González fustigó que en el país no hay acceso a la justicia.
El 10% de las sustracciones de menores en el mundo se dan en México y Estados Unidos y la entidad mexiquense se encuentra entre los primeros lugares en el ámbito nacional; lo lamentable es que en nuestro país es evidente la falta de defensa sistemática hacia los sectores más vulnerables; no hay acceso a la justicia “ni siquiera como una obligación del Estado de garantizarla, ni como un derecho humano del justiciable”, deploró la investigadora del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México, Nuria González Martín.
Detalló que la Ciudad de México, Baja California, Michoacán, Jalisco y el Estado de México, son las entidades “posicionadas” en la sustracción internacional de niñas, niños y adolescentes, pues se trata de estados con diferentes connotaciones de flujo migratorio o por estar ubicadas en la frontera.
Lo anterior, durante su participación en el Programa de Capacitación Permanente del Centro Estatal de Mediación, Conciliación y de Justicia Restaurativa del Poder Judicial del Estado de México, donde la investigadora de la UNAM disertó sobre el tema: “Mediación y sustracción internacional parental de niñas, niños y adolescentes”.
En su ponencia, presentó datos recientes de la Secretaría de Relaciones Exteriores, donde se indica que hasta junio de este 2021, existen 29 casos de sustracción internacional de menores, con 42 niños involucrados.
No obstante, advirtió que en México la denominada justicia cotidiana, es decir, la justicia más cercana a las personas “no ha tenido, ni tiene, ninguna prioridad o preferencia”, lo cual se puede constatar sin necesidad de estadísticas, simplemente se visualiza.
Ante ello, indicó que existe una imperiosa necesidad de tener un acceso efectivo a la justicia, que sea amplio, efectivo e inclusivo, donde también se incluyan los medios alternos de solución de conflictos.
En ese sentido, la especialista resaltó que México ha tenido avances significativos en el uso de la mediación en casos de sustracción; sin embargo, siguen privando los recursos judiciales. Explicó que la mediación familiar además de tener un fin complementario al proceso judicial, previene repercusiones dolorosas para los menores afectados por una separación transfronteriza y previene riesgos de ruptura del vínculo con uno de los padres.
Insistió que la mediación en casos internacionales necesita algo, pues suele haber distancia geográfica, diferentes sistemas legales e idiomas, por lo que planteó la necesidad de la cooperación entre autoridades judiciales y administrativas.
Finalmente, propuso la búsqueda de la desjudicialización de la restitución de los menores sustraídos, a través del retorno voluntario y la implementación de la mediación, ya que, consideró, los resultados son realmente exitosos.