Enero 23, 2025
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Farmacéuticas deberían considerarse bienes públicos mundiales

El investigador del Programa de Bioética de la Universidad Nacional Autónoma de México, Germán Novoa Heckel consideró que deberían ser declaradas industria de interés mundial

Guadalupe Rosas Suárez

Cada año, el mundo gasta mucho más en responder a brotes de enfermedades, desastres naturales y otras emergencias de salud que en prepararse para afrontarlos y prevenirlos; situación a la que se le suma una industria farmacéutica que sirve a los intereses del capitalismo y produce vacunas y medicamentos pensando en los países ricos más que en ayudar a los pobres, sin prever emergencias próximas, deploró Germán Novoa Heckel, investigador del Programa de Bioética de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Al disertar sobre la “Bioética e industria farmacéutica: dilemas en la vacunación contra Covid-19”, explicó que 30% de las personas del mundo carecen de acceso a medicamentos, vacunas, herramientas de diagnóstico y otros productos de salud esenciales. Tal situación, es preocupante, subrayó, toda vez que el bajo acceso a productos de salud pone en peligro a los pacientes y aumenta la resistencia a los antibióticos.

Lo anterior, en el marco del XV Encuentro Nacional de Bioética del Estado de México, mismo que fue inaugurado por el secretario de Salud de la entidad, Francisco Fernández Clamont, quien indicó que una prioridad de la administración estatal es proporcionar a los trabajadores de la salud fundamentos bioéticos de mínima convivencia, trato digno y de calidad.

En este encuentro, Novoa Heckel manifestó su preocupación por enfermedades transmitidas por vectores como el dengue, la malaria, el zika, la chikunguña y la fiebre amarilla, pues se están extendiendo a medida que las poblaciones de mosquitos se trasladan a nuevas áreas, avivadas por el cambio climático y no se está trabajando en acciones preventivas, ya que las prioridades de los países ricos y de la industria farmacéutica son otras. “Estamos en una sociedad de consumo y la voracidad crece enormemente”.

El problema, dijo es que no existe un acuerdo institucional autorizado y ampliamente aceptado para garantizar una distribución justa de las cargas de vacunas y medicamentos que den respuesta a pandemias u otras emergencias sanitarias mundiales.

Ante ello, el investigador destacó que el ideal es que las compañías farmacéuticas distribuyan vacunas sobre la base de precios escalonados, cobrando más a las naciones ricas y menos o incluso nada para los países de bajos ingresos, pues en general no se producen vacunas suficientes, ni se distribuyen a los países pobres, falta transparencia y rendición de cuentas.

Asimismo, indicó que las farmacéuticas deberían considerarse bienes públicos mundiales “debería ser declarada industria de interés mundial y salir del cauce del capitalismo para distribuir vacunas y medicamentos de una forma altruista y equitativa”, enfatizó.

Farmacéuticas deben salir del cauce del capitalismo para distribuir vacunas y medicamentos de una forma altruista y equitativa

30% de las personas del mundo carecen de acceso a medicamentos, vacunas, herramientas de diagnóstico y otros productos de salud esenciales.