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Rehabilitación arquitectónica del Ángel de la Independencia

Los daños estructurales ya han sido revertidos y esperan finalizar los ajustes estéticos para el 15 de septiembre

Con pincel en mano y casi sin descanso, decenas de restauradores trabajan a marchas forzadas para que el emblemático Ángel de la Independencia se despoje de los daños del terremoto del 2017 y pueda coronar esplendoroso el cielo de la Ciudad de México durante los festejos del bicentenario del país.

“Este es el principal símbolo de nuestro país alusivo a la independencia. En ese sentido, por esas fechas debe estar listo todo el conjunto monumental”, explicó este miércoles -25 de agosto- Roberto Sánchez, miembro del Instituto de Ingeniería (IIUNAM), de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y encargado de la rehabilitación arquitectónica.

Mientras unos técnicos desmontan el andamiaje de más de 40 metros que ha cubierto el famoso monumento durante los últimos dos años, el equipo de restauración ultima los detalles de los relieves para que todo esté listo a partir del 1 de septiembre, mes patrio en que se celebrarán los 200 años de la consumación de la independencia.

“Sobre todo esta última etapa ha sido muy estresante porque ya están quitando los andamios y todavía hay restauradores trabajando. Vamos a machas forzadas”, añadió el ingeniero.

Listo para sobrevolar terremotos

El Ángel, como lo conocen los capitalinos, es una escultura dorada de una victoria alada encima de una columna conmemorativa y un mausoleo inaugurado por Porfirio Díaz en 1910, cuando se cumplieron los 100 años del inicio de la guerra de independencia.

Levantada en una rotonda del neurálgico Paseo de la Reforma y diseñada por Antonio Rivas Mercado, con el tiempo se ha convertido en sede improvisada de celebraciones futbolísticas y en el escenario favorito para las “selfies” de los turistas.

Desde sus 45 metros y con una vista privilegiada, la victoria alada ha sido testigo de la historia de México durante el último siglo, incluido el potente terremoto de 1957 que la tiró al suelo.

Tras ese episodio, la columna fue revestida en su interior con un tubo metálico que aguantó varias décadas hasta el sismo del 19 de septiembre de 2017, que lo cuarteó.

“Lo que le daba continuidad se había fracturado. Ante los movimientos laterales, corría riesgo la estructura”, contó el ingeniero, coordinador de los trabajos que comenzaron en agosto de 2019, poco después de una gran marcha feminista que dejó más de 500 pintadas en la base del monumento y que continúan visibles.

El ingeniero admitió que la tarea comenzó tarde y se alargó más de lo previsto por problemas administrativos, técnicos y la pandemia de Covid-19, pero el resultado valió la pena.

El ingeniero Roberto Sánchez señaló que el tema estructural ya está atendido y subrayó que se ha trabajado para que el Ángel “en el futuro pueda resistir terremotos” como los acontecidos.