La alta presencia de partículas contaminantes en valle de Toluca, afecta la función pulmonar, agrava el asma, y puede provocar la muerte de adultos y recién nacidos.
Guadalupe Rosas Suárez
En contaminación del aire, la literatura científica ubica al Valle de Toluca en cuarto lugar nacional, con alta presencia de pequeñas partículas como PM2.5 que dañan la salud, al grado de penetrar en los alvéolos y meterse en la sangre; reducir la función pulmonar; agravar el asma; y hasta incidir en la mortalidad de adultos y recién nacidos, alertó la doctora Marcela Gómez, catedrática de Ciencias Ambientales de la Facultad de Planeación Urbana y Regional de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM).
“Todos somos focos emisores”, subrayó en entrevista la investigadora, quien urgió la necesidad de que como población realicemos pequeñas acciones amigables con el medio ambiente que nos permitan reducir la presencia de partículas contaminantes.
Destacó que el valle de Toluca es una zona urbana, industrializada y aunque está abierto, no deja de ser un valle que acumula las partículas, tiene una alta radiación solar y vías de comunicación con alto flujo vehicular contaminante.
En esta zona, subrayó que se cuenta con la Red Automática de Monitoreo Atmosférico que tiene ocho estaciones ubicadas en: Xonacatlán, Almoloya de Juárez, San Cristóbal Huichochitlán, Toluca Centro, San Mateo Oxtotitlán, Metepec y Ceboruco.
Desde ahí, dijo que se miden aquellos compuestos que hacen daño a la salud de las personas, es decir, los llamados “contaminantes criterio” entre los que se encuentra: el ozono (que también es un gas de efecto invernadero), óxido de azufre, óxido de nitrógeno, monóxido de carbono y dos materiales particulados PM10 (material particulado fracción respirable diez) y PM2.5 PM10 (material particulado fracción respirable 2.5) se conocen así porque al colocar el filtro se abre a micrómetros en esa medida para que pase la partícula.
Explicó que, para tener una idea de la medida de esas partículas, “en un cabello de nosotros cabrían diez pelotas que sería el PM10”, son muy pequeñas y es precisamente el problema, porque ingresan a nuestros canales respiratorios al inhalar.
En el caso de las partículas PM2.5, sostuvo que pueden llegar a los alveolos y se pueden ir a la sangre y crear una serie de afectaciones peligrosas para la salud. Entre ellas, reduce la función pulmonar, agravan el asma y en varios estudios se ha asociado con la mortalidad de grupos de población vulnerable como son los adultos mayores y niños.
Además, existen estudios que reportan que, al meterse a los alveolos, se mete en la sangre y puede afectar hasta el feto y afectar la función pulmonar de un recién nacido.
Por tanto, la investigadora subrayó que el aumento de las partículas es delicado por las graves afectaciones que genera en la salud, ya que se trata de contaminantes que se van haciendo pequeños y se introducen en el cuerpo humano. Hay muchas composiciones químicas que nos afectan.
En el ambiente genera un gran deterioro que se observa en la reducción de la visibilidad, dispersa la luz, forma niebla y propicia muchas situaciones negativas, que favorece al cambio climático.
En el ambiente genera un gran deterioro que se observa en la reducción de la visibilidad, dispersa la luz.