Julio 16, 2024
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Cuentos Para Presidentes

Aterrizamos en Marte

Rodrigo Sandoval Almazan

Hemos detectado una nave terrícola que ha aterrizado en el sector siete, dijo el marciano a su superior.

  • Muy bien, esperemos un poco a ver qué pasa. Los terrícolas nos visitan poco, así que no tenemos que temer

El resto de los marcianos en la sala de control se miraron entre sí con su único ojo y su aspecto de preocupación. Pero harían caso al coronel.

Mire coronel, ahí podemos ver unos símbolos dice: P-E-R-S-E-V-E-R-A-N-C-E enmarcado en una parte del aparato. ¿Qué quiere decir?, dijo entregándole una pantalla plana con una imagen de aquello. Sólo se limitó a decir que lo llevaran a analizar de inmediato, tal vez sería un mensaje importante.

  • Están abriendo la puerta, dijo uno de los analistas con gran temor.
  • Alisten las defensas, ordenó el coronel, que todos estén en máxima alerta, no sabemos qué nos manden.
  •  ¿Qué tal si mandaron a Donald Trump? Dijo temeroso otro de los analistas.
  • No sobreviviríamos a ese monstruo, mejor que llegara el tal Putin o el coreano que hemos seguido desde hace tiempo.
  • Esperen, se ve algo… es… un artefacto.
  • No, es parecido a una nave con ruedas que está bajando a nuestra superficie.
  • Detengan las defensas, pero mantengan el estado de alerta ordena el Coronel, no hagan nada, parece inofensivo.
  • Sí, es muy pequeño, se mueve despacio, de seguro es automático. Miren se aleja de la nave principal, ahora toma mayor velocidad, parece que quiere ir a lo que queda del lago.
  • Estoy seguro que quiere tomar algunas muestras para ver si hay H2O por que los humanos viven de eso, pero hace millones de años que no hay nada ahí, ¿Qué no lo pueden ver desde su planeta? Esta seco, ya no necesitamos de eso para vivir.
  • Sí, está recogiendo tierra y piedras, miren como las guarda con mucho cuidado, seguramente querrán analizarlas y ver si hay algo valioso. No encontrarán nada.
  • Miren, aparece algo más. Dijo uno de los analistas de un solo ojo, el más regordete y simpático de todos.
  • Es como un helicóptero, algo que vuela.
  • Ellos le llama: “dron” dijo el coronel muy ufano de conocer el lenguaje el humano.
  • Hay que tiernos nos mandan juguetes, dijo el analista regordete. ¿Me lo puedo quedar cuando se le acabe la batería? ¿Por fa?

El coronel se limitó a verlo fijamente con su único ojo desaprobando el comentario; de seguro le haría llegar un castigo ejemplar para que el resto no quisiera hacer lo mismo. Juguetes terrícolas, ¡Qué locura! Cuando la seguridad del planeta está en riesgo.

  • Miren ha comenzado a volar por encima de nosotros.
  • Apunten al dron, dijo el coronel, no lo pierdan de vista. Mantengan los escudos y el camuflaje, no deben saber que estamos aquí; no sabemos qué sensores traerá esa cosa.
  • No están tan avanzados como nosotros coronel; no creo que pueda vernos ni un sólo momento. Es apenas un robot operado a control remoto según muestran nuestros instrumentos. Si pasa algo que no deseamos podemos bloquear su transmisión a la Tierra sin problema.
  • Ya vuelve el robot de tierra, se está integrando de nuevo a la nave
  • En efecto, detectamos transmisiones hacia la Tierra, de seguro le dan ordenes para que comience el análisis y sigue con su investigación. Si tan sólo pudiéramos platicar con ellos les resolveríamos todas sus dudas.
  • Jeje, claro los regañaríamos sobre cómo están tratando su planeta. No saben lo que le pasó al nuestro y por eso no cuidan el suyo.
  • Cierto, dijo el coronel, pero cada planeta tiene su evolución, debe transitar hasta que aprendan, a lo mejor los humanos nunca aprenderán, no lo sabemos, llevamos años luz cuidándolos, apoyando cuando se requiere y sobre todo, evitando que se destruyan.

El dron sobre vuela varios lugares alrededor de la nave, se asegura de grabar, fotografiar y analizar pendientes, caminos, rutas, todo lo que pueda servir para una futura exploración de Marte.

  • Coronel, ¿Usted piensa que algún día nos vengan a visitar? Preguntó el analista regordete tratando de ganarse el favor de su superior.
  • Seguro lo harán algún día, pero no sé cuando. Se han tardado siglos en ponerse de acuerdo y desarrollar su tecnología para viajar por el espacio y disfrutar de mundos más allá de su planeta. A lo mejor nos toca verlo, yo quizás muera antes, los terrícolas son muy tercos y egoístas prefieren destruirse así mismos antes que apoyarse y salir adelante.
  • Pero cuando vean que su planeta puede morir, a lo mejor se dan prisa y cambian su manera pensar.

El coronel sonríe y mueve su enorme cabeza, como diciendo que ha perdido la fe en los humanos, sus analistas solo regresan a sus pantallas y buscan escudriñar el detalle de lo que está haciendo aquella nave terrícola. Ya los noticieros marcianos han dado cuenta del hecho y el coronel ha comenzado a dar entrevistas para tranquilizar a la población extraterrestre, de que no es una nave enemiga, no vienen a destruirnos y sobre todo no está tripulada por humanos, sólo máquinas. Es una primera expedición.

  • Miren, dice uno de los analistas, ya regresa el dron a su base.
  • Se le ha acabado la potencia, según nuestros registros ha tomado miles de imágenes que ha empezado a transmitir a través de las antenas, por eso está regresando.
  • No saben qué significa todo esto, ¿Verdad? Comentó otro analista.

Los demás negaron con su enorme cabeza y su único ojo, tratando de saber la respuesta ante tal enigma.

  • Es el inicio de la invasión humana, van a venir y conquistar nuestro planeta. No sé si es para bien de la humanidad o para su derrota.
  • No te preocupes, como dice el coronel, falta mucho, tal vez ni siquiera estemos aquí. Yo tengo planes para mudarme a Saturno cuando ello suceda.