Por Teodoro Rentería Arróyave
Para miércoles 10 de febrero de 2021
En junio de 2019, se dio un cambio de generación en la organización fundadora de la Federación se Asociaciones de Periodistas Mexicanos, FAPERMEX, nuestro enorme colega y amigo que ya mora en el éter eterno, en acto democrático, entregó la estafeta al también respetado y fraterno colega, Humberto Leal Valenzuela, nos unimos a su nota laudatoria: “La Asociación de Periodista de Ciudad Juárez estamos profundamente consternados por la partida irremediable, esta madrugada, de Don Arnoldo Cabada de la O. descanse en paz nuestro Presidente Emérito”. In Memoriam.
SEGUNDA PARTE Y ÚLTIMA
Concluimos la exposición de los científicos de Cuba en su meta de tener lista su vacuna contra el covid-19 a partir de abril y lograr que la isla sea el primer país del mundo en que la totalidad de su población sea vacunada.
Además, resaltamos el significado, inédito por cierto, de que los especialistas expliquen a las personas en general los pasos de las investigaciones en lenguaje sencillo, llano para su comprensión.
El doctor Eduardo Martínez Díaz, presidente de BioCuba Farma, continúa así su exposición: Se empezó a insertar toda la información genética en bacterias, levaduras y células de organismos superiores (mamíferos). “La de bacterias las descartamos en las pruebas porque los niveles de inmunocidad no eran los requeridos. Pero la variante en levadura y en células de mamíferos sí despertaba una variante inmunológica adecuada”.
“Como tenemos la capacidad de producir en el Centro de Inmunología Molecular esta proteína de mamífero y en el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, CIGB, la de levadura, decidimos ir en paralelo en la obtención de este antígeno”, acotó.
Luego agregó, “las vacunas marchan bien”, porque se diferencian entre ellas en la formulación. “Las del Instituto Finlay utilizan este antígeno de células de mamíferos en varias formulaciones y las del CIGB en otras dos”.
Recordó que son formulaciones que forman parte de plataformas que ya habían usado en otras vacunas, “que tienen demostrada efectividad y seguridad”.
Aún así, explicó, no podemos decir que son efectivas, “por eso hay que continuar los estudios”. “No podemos apostar por una variante y que después los estudios no den los resultados esperados. En ese caso, tendríamos que empezar de nuevo”.
Otra razón que sustenta la decisión de avanzar simultáneamente en los cuatro proyectos, es que si se lograra que una de las vacunas del Finlay y la del CIGB fueran efectivas, “tendríamos capacidad para al mismo tiempo producir mucha cantidad de vacunas”, explicó.
Aseguró que ya se tiene incluso programado cómo ir incrementando las cantidades de vacunas por mes, hasta diciembre, entre el Finlay y el CIGB. “Una vez que tengamos los resultados vamos a tener dosis de vacunas para comenzar una vacunación y nuestro país será uno de los primeros que podrá inmunizar a toda su población”, reiteró.
Además, argumentó, una de estas variantes puede ir destinada a, por ejemplo, el fenómeno de los convalecientes que tienen bajos niveles de respuestas. “Hay vacunas que estamos evaluando en diferentes dosis. Por ejemplo, a lo mejor la de los niños es de 25 mg. La de la hepatitis-B, los niños utilizan 10 mg y los adultos 20. Y así para después posicionarlas según los grupos etarios”.
¿Por qué el país no adquiere alguna de las vacunas producidas ya por otros países?
Ante el actual rebrote de la enfermedad en Cuba, muchos se preguntan por qué el país no adquiere alguna de las vacunas producidas ya por otros países, hasta tanto finalicen los proyectos de la Isla. Martínez Díaz subrayó que no hay suficiente cantidad de vacunas. “Hasta la fecha solo se han aplicado 108 millones de dosis, lo que significa que solo se han vacunado un poco más del uno por ciento de la población -mundial-. Los países que más han vacunado son Estados Unidos y China. Solo 13 países han aplicado más de un millón de dosis de vacunas”.
“Vemos en las noticias que hay incluso contratos preestablecidos que se hicieron anteriormente que no se están cumpliendo”, agregó el experto.
Estimaciones apuntan a que el ritmo de vacunación que vamos hasta ahora se requerían 21 años para vacunar a toda la población mundial. “Por supuesto que ese ritmo se va a incrementar a medida que estén disponibles más dosis de vacunas”.
El experto hizo alusión también a los precios a los que se están comercializando las vacunas actualmente. “En datos que hemos conocido, en compras públicas de grandes cantidades, las dosis varían entre 10 y 35 dólares. Es decir, para inmunizar a un millón de personas que necesitan dos millones de dosis, hacen falta (multiplicando por 10) 20 millones de dólares. Esperemos que los precios bajen para que tengan acceso los países más pobres”.
Otra de las ventajas de los candidatos cubanos, abundó Martínez Díaz, es que no requieren de grandes cadenas de refrigeración, como la Pfizer-BioNTech, sino temperaturas de dos a ocho grados que son las típicas en esta industria.
“Otra de las ventajas de nuestras vacunas, con respecto a otras que en estos momentos se están utilizando, es que con la aparición de las nuevas variantes del virus ya se está hablando de implementar una tercera dosis y hay algunas de esas vacunas aprobadas que no pueden aplicar una tercera dosis. En el caso de las nuestras es posible aplicar dosis sucesivas de refuerzo”.
Por su parte el Doctor Vicente Vérez Bencomo, director general del Instituto Finlay de Vacunas destacó que hay cientos de trabajadores de la ciencia y la salud cubanos que no descansan frente al desafío de lograr una vacuna contra la COVID-19, y que merecen todo el reconocimiento.
“En términos sencillos, para que la población comprenda, lo que estamos intentando hacer nosotros con nuestros candidatos vacunales, es impedir que la llave que tiene el virus, logre abrir el ‘candado’ de la célula, es decir penetrar en esta”. Se concluye.
Conscientes de la demostrada experiencia y resultados de la farmacéutica y su adelanto de Cuba en el campo de la salud, estemos ciertos de los éxitos que obtendrán para bien de su población y la de todos los países pobres.