Por Teodoro Rentería Arróyave
Para martes 9 de febrero de 2021
Interrumpimos por un día la serie sobre la vacuna cubana contra el covid-19, ante esta triste noticia:
La madrugada de este lunes 8 de febrero falleció el gran amigo y colega, además de destacado empresario de la comunicación Don Arnoldo Cabada de la O., en Ciudad Juárez, Chihuahua, localidad donde fincó con tenacidad y arrojo toda una carrera de éxitos, los tropiezos los superó con prestancia, desde la creación del portal digital del canal 44, que luego convirtió en Canal 44 de Televisión, hasta fundar una de las empresas de radiodifusión de más éxito en el país, y por su labor social y altruista, logró traspasar las fronteras y ser ampliamente reconocido.
En agosto de 2017, en su calidad de Presidente de la Asociación de Periodistas de Ciudad Juárez, junto con su hijo Armando Cabada Alvídrez, presidente municipal de la urbe fronteriza, recibieron a los integrantes de la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, FAPERMEX y del Colegio Nacional de Licenciados en Periodismo, CONALIPE. Los respectivos miembros de los Consejos Directivos, reconocieron sus trayectorias así como su generosidad con sus pares.
Arnaldo Cabada en 1979 instaló el Canal digital XHIJ-TV Canal 44 de Ciudad Juárez; en 1988, obtuvo la concesión del Canal 44 de Televisión, posteriormente amplió su presencia con el canal 66 en Mexicali, Baja California y en 2017 en Chihuahua capital, con el canal 44.
Nuestra amistad se remonta precisamente a 1979, un amigo común, Mario Anguiano, me lo presentó porque le urgía comprar cámaras de estudio de televisión de segunda mano, por mis andanzas en la televisión lo contacté con funcionarios de Telesistema Mexicano, hoy TELEVISA, así adquirió a muy buen precio los imprescindibles artefactos.
Años después, ya como Director General fundador del Instituto Mexicano de la Radio a partir de marzo de 1983, creamos un programa para instalar estaciones del IMER en la frontera norte. Una de las primeras fue la de Ciudad Juárez, urgía su instalación porque el presidente Miguel de la Madrid Hurtado había decidido inaugurarla, los ingenieros me avisaron que no había ni un cerro y que por lo tanto teníamos que levantar una torre para la antena de cuando menos 150 metros de altura, imposible, no había presupuesto.
Viaje de inmediato a esa Ciudad histórica, llegue de noche y pude captar a simple vista que había una montaña en la cual centelleaban las luces de varias antenas, de inmediato les contradije a los colaboradores su informe, ellos me explicaron que era la Montaña Franklin de El Paso Texas, Estados Unidos.
No me inmute, me contacté con mi amigo Arnoldo, al platicarle mi problema se sonrió y me platicó una historia que hasta la fecha creo que tiene tintes de novela: Cuando instalamos el Canal 44, me dijo, afrontamos el mismo problema, pero conocedores del lugar adquirimos el único montículo, el Cerro del Indio.
Para conocer el camino a la cima, tuve que contratar un helicóptero y ahí metimos a un burro, que por instinto saben el camino, el nos condujo de regreso. No te preocupes cuando terreno necesitas, cuando mucho 50 o 70 metros cuadrados.
Al día siguientes subimos en un jeep que nos facilitó, de regreso una de las ruedas del vehículo se salió de la brecha, gracias a la pericia del conductor el incidente no pasó a mayores; hasta la fecha la planta transmisora de la radiodifusora del IMER está instalada en punta de ese montículo; al preguntarle el precio del predio, Arnoldo me dijo: ni un solo centavo es tuyo, es decir del IMER.
Ya creada la FAPERMEX, sobre todo en el primer año, que llevamos a cabo sesiones de Consejo cada mes en diferentes ciudades de la República, no obstante sus complicadas tareas, nos acompañó Arnoldo con una solidaridad manifiesta de amigo y colega.
Así lo recuerdan sus compañeros a Don Arnoldo Cabada de la O. quien deja un gran legado en las comunicaciones
Es el año de 1935, cuando en Villa Ocampo Durango nace Arnoldo Cabada de la O en el seno de una familia numerosa y muy estimada, Sus padres Don Chalu Cabada y Doña Rosaura de la O.
Sus primeras incursiones en los medios de comunicación, ocurren cuando solo adolescente en la ciudad de Parral chihuahua y en Santa Bárbara, ahí empezó como disc jockey para ascender rápidamente hasta manejar el micrófono, para lo cual la vida le obsequio una voz de timbre vigoroso y varonil.
En 1952, la estación radiofónica XEGD en parral propiedad de Don Domingo Salayandía era testigo de las primicias de aquel joven Arnoldo como colaborador y locutor novato.
En el invierno de 1960 ya en Ciudad Juárez, Arnoldo Cabada de la O con experiencia de comunicador y conductor radiofónico probó suerte en la incipiente televisión de provincia llamada XEJ televisión canal 5, un pionero entre los iniciadores de esta nueva era electrónica en México.
Arnoldo Cabada de la O, era reconocido en Ciudad Juárez como un enlace muy apreciado y respetado por una teleaudiencia habida de programas humanos, así fue como el club 20-30 le pide su apoyo, era un teletón el cual tenía que reunir leche para lactantes sin recursos en la periferia juarense, esto sucedería en el año de 1960, el éxito fue más allá de lo esperado.
El ingreso de Arnoldo Cabada a la televisión comercial es fortuito, se da cuando Don Pedro Meneses Hoyos lo integra a su grupo de locutores, conductores y promotores, esta era la oportunidad de Arnoldo Cabada para su real carrera de comunicador.
Arnoldo Cabada contaba ya con su propio espacio, pagado por el mismo, en XEJ Televisión canal 5, en el que transmitía un noticiero local y es ahí, donde recibe por primera vez a un padre desesperado con un pequeño en brazos, víctima de la poliomielitis, aquel hombre pidió ayuda a Arnoldo Cabada de la O. y este a su vez la solicitó a su teleaudiencia, la respuesta del público fue increíble y es así como aquel pequeño Humberto Dávila, fue rehabilitado y se levantó del suelo con la ayuda de dos muletas y después camino cambiando así su existencia por otra más humana y digna y esto solo fue el principio.
Desde entonces Arnoldo Cabada supo cuál sería el camino de sus andares y es así como en 1979, el éxito logrado, lo presionaba a buscar ya su propia independencia como profesional de la comunicación electrónica, en ese año ocurre la ruptura de la relación laboral con el canal 5, Arnoldo Cabada es ahora un hombre sin trabajo pero con la responsabilidad de líder de un grupo de compañeros que hicieron causa común.
Su nueva meta lo lleva al Distrito Federal, a los Pinos a ver al presidente en turno, a solicitar una concesión de un canal de televisión con el cual proseguir su tarea y sus cruzadas, la vehemencia y la sólida formación de comunicador junto con la evidente necesidad de trabajo lo llevaron al éxito en sus gestiones.
En octubre 16 de 1980 Arnoldo Cabada de la O. pone en marcha el primer canal de televisión XHIJ canal 44, que nace con los mejores augurios en una comunidad que ya le quería y le apoyaba: lo demás es y ha sido trabajo, afanes, esfuerzos, superación y metas logradas en su aspiración de atar su arado a una estrella y abrir a diario el surco donde depositar la semilla del servicio social y de la comunicación con sentido humano, es por eso que se ha ganado a pulso el título de “El Canal con alma electrónica”.
Medio siglo de labor social en beneficio de miles de seres humanos sin recursos y con graves problemas de salud y supervivencia, marcan ya un récord y son motivo del interés humanístico de la afamada revista internacional, selecciones The Reader’s Digest.
Se publica el reportaje en la edición de agosto de 1994 en toda Hispanoamérica, se derivan luego algunas versiones en inglés, alemán y otros idiomas y circulan en los continentes en Asiático, África y Europeo.
Pero en toda obra y en todo triunfo de un hombre, siempre hay una mujer, Martha Alvídrez de Cabada, primero la novia, después la esposa y luego la madre extraordinaria compañera consejera que ha vivió con él las peripecias y mieles del éxito, pero también los fracasos sin embargo esto no le ha restado en nada su calidez y su calidad humana, como ella dice: “ante los problemas grandes de la vida, siempre nos ayuda una actitud serena, reflexiva y ante todo una gran fe”.
Sus 5 hijos, han sido el mejor regalo que la vida le dio y son ellos su más grande orgullo y su felicidad.
No son frases hechas, es la vida misma y es la aspiración de un hombre que comparte su éxito, su talento para servir.
Por eso cuando decimos que Arnoldo Cabada supo atar su arado a una estrella estamos reconociendo que su obra no termina hoy ni mañana, lo que el inicio será continuado por sus herederos y por los hijos de estos, porque las buenas obras nunca mueren.
Quienes integramos la FAPERMEX y el CONALIPE y el autor en particular, lamentamos esta sensible pérdida y expresamos nuestra solidaridad a su querida familia, a sus colaboradores e incontables amigos. In Memóriam.
EN EL ÁTICO. Al cierre de esta entrega, nos enteramos del asesinato, en Veracruz, del colega oaxaqueño Edgar Leyva Mendoza. La primera víctima del gremio en este todavía entrante 2021.