Agosto 15, 2024
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Monreal y el fracaso del programa Crédito ganadero

Mario Maldonado

El fracaso de programas como el de Crédito ganadero a la palabra, desapareció en medio de una gestión, a cargo de David Monreal Ávila, por lo menos opaca

En su mensaje con motivo del segundo año de gobierno, Andrés Manuel López Obrador aseguró que su administración ha apoyado al campo mexicano como ninguna otra. En el Consejo Nacional Agropecuario y en muchas otras organizaciones opinan lo contrario. Una muestra de ello es el fracaso de programas como el de Crédito ganadero a la palabra, el cual desapareció en medio de una gestión, a cargo de David Monreal Ávila, por lo menos opaca.

Dicho proyecto fue anunciado con bombo y platillo por el Presidente al inicio del sexenio, y se comprometió un presupuesto de 4 mil millones de pesos anuales.

El objetivo del programa era incrementar la productividad del sector pecuario a través de un esquema revolvente de entrega de animales y la recuperación de crías para futuros beneficiarios. En específico, los pequeños productores —propietarios de hasta 35 cabezas— recibían como crédito en especie hasta 10 cabezas de ganado, apoyo en obras de infraestructura en sus instalaciones, complementos alimenticios y servicios de acompañamiento.

Para el pago de los apoyos, los beneficiarios debían entregar las primeras crías que obtuvieran los animales recibidos, las cuales serían otorgadas a los beneficiarios subsecuentes.

La administración de Crédito ganadero a la palabra estaba a cargo del Coordinador General de Ganadería de la Sader, David Monreal Ávila, hermano del coordinador de los senadores de Morena, Ricardo Monreal, quien desde principios de 2019 tuvo problemas para estructurar la operación del programa y para poner a disposición de los productores todos los servicios a los que se había comprometido.

De acuerdo con un análisis del Coneval, el gobierno omitió desarrollar las obras de infraestructura y de reparación de los espacios de producción; tampoco entregó los complementos alimenticios a los que estaba obligado.

Esto aunado a las denuncias en el sentido de que Monreal Ávila utilizaba el programa para promover una eventual candidatura al gobierno de Zacatecas, lo cual derivó en un severo recorte al presupuesto asignado al programa, que pasó de 4 mil millones de pesos a mil millones para 2019, cifra que se repitió en el PEF de 2020.

Con un presupuesto 75% menor, Crédito ganadero a la palabra llegó entre 2019 y 2020 a 14 entidades federativas, generando protestas y descontentos entre los pequeños productores de Guerrero, Durango, Oaxaca y Zacatecas, quienes denunciaron en repetidas ocasiones que la Coordinación General de Ganadería les entregó ganado de mala calidad, presuntamente adquiridos en mercados de ‘deshecho’ y con sobreprecios reportados de hasta 16 mil pesos por cabeza. Varios de los animales murieron a unos días de ser entregados a los ganaderos.

Como resultado de estas irregularidades, la Cámara de Diputados desapareció el programa para el PEF 2021, luego de reportar, preliminarmente, la entrega de 44 mil 243 vaquillas y de 2 mil 668 sementales, muchos de ellas con muy bajo peso o infectados incluso de brucelosis.

Para mala fortuna de David Monreal, la mayor parte de los afectados con estas entregas de ganado en mal estado fueron precisamente los productores de Zacatecas; es decir, la entidad que el exfuncionario quiere gobernar y por la que renunció a su cargo en la Sader.

De ahí que el Movimiento de Regeneración Nacional prácticamente esté convencido de que no lo postulará como su candidato, aunque para este objetivo Monreal Ávila ya haya amarrado, a través del senador Manuel Velasco, la estructura del Partido Verde.

Las pifias de la Coordinación General de Ganadería terminaron por llevar al fracaso y desaparecer un programa que beneficiaría a 13 mil productores y que permitiría en el mediano plazo repoblar el hato pecuario del país.

STM va por impresión

Una de las lecciones que dejará esta pandemia en el IMSS, que lleva Zoé Robledo, será la dinámica implementada con diversos proveedores para no solo no detener los servicios, sino aumentar la eficiencia, los tiempos de respuesta y generar un ahorro para el gobierno.

Un sector en estas circunstancias es el de servicio de impresión y consumibles. El IMSS emite anualmente más de 215 millones de recetas médicas, sin contar análisis, pruebas, diagnósticos y trámites administrativos, entre otros.

En este rubro, una de las empresas más pujantes es Source Tóner de México (STM), de Itzae Gómez Rosette, quien a través de su modelo de atención y respuesta inmediata le ha valido al IMSS ahorros que van del 20 al 40% en comparación con los precios del mercado, sumado a las alianzas que ostenta con fabricantes como HP, de Carlos Cortés; Samsung, de Sang Jik Lee; Okidata, de Fernando Kuroda Petroni; y Kyocera, de Kengo Kariya, entre otros.

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