Luis Miguel Loaiza
Cuando aún era un escándalo la detención y encarcelamiento de Rosario Robles, ex secretaria de Desarrollo Social (Sedesol) y de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, los medios vieron alto rendimiento en la captura de Emilio Lozoya, ex titular de Pemex en el mismo periodo sexenal, los grandes amigo y amigas del ex funcionario federal en cascada comenzaron a deslindarse, entre ellos la todavía secretaria d seguridad estatal n la entidad mexiquense, Maribel Cervantes, señalada de varias acciones de corrupción a través de redes mafiosas dentro de los Centros de Readaptación Social.
Aún seguían os dimes y diretes de los escándalos multimillonarios en Pemex, que no solo incluía el caso del robo mediante huachicoleo, sino que también se investiga el que Lozoya Austin presuntamente recibió sobornos por 5 millones de dólares de manos del gigante de la construcción brasileña Odebrecht para que le fuera adjudicado el proceso de modernización de la refinería de Tula, Hidalgo. En total, cinco presuntos sobornos habrían sido transferidos entre 2013 y 2014, lo cual coincide con las fechas clave de la asignación de un contrato con Pemex por mil 436 millones de pesos en la refinería de Tula.
El magnate del petróleo, mejor dicho, de la corrupción en Pemex amagó con vincular a muchos ex funcionarios en sus acciones, presuntas ilícitas, entre ellos el mismo ex presidente Enrique Peña Nieto.
Oficialmente, el caso contra Lozoya se centra en la polémica compra que hizo Pemex de la planta de fertilizantes de Agronitrogenados, propiedad de Altos Hornos de México (AHMSA), por la que habría pagado por cerca de 500 millones de dólares cuando estaba valuada en unos 50 millones de dólares, una suma que, según los analistas, estaba drásticamente inflada y provocó pérdidas millonarias a la petrolera.
Pero ahora con la detención del general Cienfuegos, las cosas van tomando otro rumbo, ya que cuando se detuvo a Emilio Lozoya pesó mucho en el ánimo del gobierno mexiquense que los supuesto vínculos de la secretaria de seguridad estatal fueron una de las razones por las que tuvo que abandonar el cargo, esto a pesar de los deslindes y explicaciones no pedidas, lo cierto es que desde el sexenio pasado hay funcionarios muy cercanos al equipo fatídico de Peña Nieto en puestos claves y si el gobernador Del Mazo no quiere ser arrastrado por la corriente, tendrá que prescindir de ellos y ellas.
Más allá de si son o no enjuiciados y declarados culpables, los cercanos al llamado sexenio de la corrupción son un lastre que ha cargado el actual gobierno al término del periodo de su primo Peña Nieto, eso es lo que ha cansado al pueblo, que solo unas pocas familias sigan conservando el poder, primero el tío Arturo Montiel, luego el sobrino Enrique y ahora el otro primo Alfredo del Mazo.
La investigación que continúa la DEA alcanzará tarde o temprano a conocidos mexiquenses y resalta que el único que salió en defensa del general Salvador Cienfuegos haya sido el senador Eruviel Ávila, ello con su alto sentido de la política de alto nivel.