Agencia SUN/CDMX
El festejo del título 34 del Real Madrid se quedó en casa. A diferencia de otras ocasiones en la que el equipo blanco ha levantado un trofeo, la fuente de Las Cibeles en la colonia Roma de la Ciudad de México no fue avasallada por multitudes.
Un solo aficionado abordó de su vehículo BMW, dio vueltas alrededor de la glorieta ondeando una bandera del conjunto merengue junto con canciones que hablan de la historia de la institución más ganadora del balompié ibérico y de Europa.
Ni siquiera con cubrebocas, los seguidores del Real Madrid, rompieron el confinamiento para el festejo. Las autoridades de la Ciudad de México no prepararon ningún operativo ni cercaron con vallas la escultura de la zona centro de la capital del país.
El partido ente el Real Madrid y el Villarreal apenas fue seguido en un establecimiento cercano a Las Cibeles.
Aficionados se olvidan de Las Cibeles