Enero 23, 2025
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Desde las Alturas

Por: Arturo Albíter Martínez

    Debe preocupar el pésimo paso de la economía mexiquense. En el 2009 la crisis mundial provocó en el Estado de México que el indicador cayera a niveles de -8 por ciento. Se espera que ésta sea al menos igual.

    Todavía no llegamos al momento más alto de la crisis económica y el Estado de México ya vivió un momento similar a la crisis mundial del 2009

    Enfrentamos la pandemia por el Covid 19 como la quinta peor economía del país y con el 5% de desempleo, la segunda tasa más alta en el ámbito nacional.

En el 2008 se gestó en Estados Unidos lo que se conoció como una crisis inmobiliaria que afectó la economía en el ámbito mundial y el Estado de México no fue ajeno al problema de forma tal que los indicadores cayeron hasta el 2009, mismo año en el que se presenta la pandemia de gripe conocida como H1N1.

Y es necesario retomar esta situación porque se tiene previsto que la crisis será más severa en este 2020 debido a la pandemia del Covid 19 y está claro que el Estado de México se encuentra en una posición muy endeble en cuanto a su economía.

Ya hemos comentado en otro momento que la actual administración estatal no ha tenido aciertos en el tema, muy por el contrario, desde que asumieron el control, los indicadores sólo han mostrado signos de descomposición y no fue sino hasta el último trimestre del 2019 que recupera de manera marginal una mínima parte de lo mucho que ha perdido.

Pero hagamos una comparación de cómo se encontraba la economía mexiquense en aquel momento y cómo se encuentra en la actualidad para entender que ahora la situación es más complicada y lo que nos puede esperar.

En el 2007, un año antes de la crisis, la economía mexiquense de acuerdo a datos del INEGI, crecía  en 1.3%, 1.9%, 3.9% y 4.6% respectivamente en cada uno de los cuatro trimestres.

Para el año de la crisis, y de nueva cuenta retomamos el comportamiento de la economía por trimestre, empezó en terreno negativo con -3.3%, se recupera a mitad del año con el 2.8%, posteriormente 1% y termina el año con -2.4%

El año crítico fue el 2009.

Para el primer trimestre la economía mexiquense baja un -8.1%, a la mitad del año la disminución ya alcanzaba el -8.5, en el tercero el indicador se ubica en el -4.3% y para el cierre del año vuelve a terreno positivo con un 1.1.

Al año siguiente de la crisis vino el rebote y  crece los dos primeros trimestres en un 8.7% respectivamente, en el tercero un 7.6% y cierra el año con un 6.1 por ciento.

La recuperación fue importante y se alarga hasta el 2011 cuando todavía se alcanzan niveles de crecimiento por arriba del 4.5 por ciento en el acumulado anual.

Situación muy diferente a la que se vive en este momento.

Ya también hemos comentado que el actual mandatario llega en septiembre del 2017. Se debe tomar en cuenta que en todo el sexenio pasado, sólo en un trimestre la economía mexiquense tocó el terreno negativo, el cuarto del 2013 con el -0.1%.

En septiembre del 2017, reciben la administración con un 2.8% de crecimiento, alcanza su tope para el final del año con un 7.4%, luego sólo caídas aunque todavía en terreno positivo durante el 2018, y es hasta en en el último trimestre de ese año vuelve a caer en terreno negativo.

La disminución llegó hasta los niveles de -2.3%, algo que no se veía desde hace 9 años. Cuando en el tercer trimestre del 2009 el indicador era de -4.3%.

Después vinieron tres trimestres más a la baja. Esto quiere decir que desde hace más de 15 años, en el estado no se vivía una situación similar excepto en el tiempo de la crisis que ya hemos comentado del 2009, que del cuarto trimestre del 2008 al tercero del 2009 fueron sólo números negativos.

Pero la gran diferencia fue que esa caída se registró en el momento que se vivía la crisis mundial.

Ahora se vivió en un momento que no había crisis y son meses previos a la pandemia por el Coronavirus.

La economía se encuentra detenida, aunque suene repetitivo, ni el gobierno federal y mucho menos el estatal han respondido de la mejor forma para contener hasta donde sea posible el impacto económico de la pandemia.

Si en el 2009 se registraron dos trimestres consecutivos con caídas que rebasaron el -8%.

La pregunta es, ¿Qué debemos esperar para la crisis económica que se avecina? Sobre todo porque parece claro que en el gobierno estatal no cuentan con la capacidad para sacar adelante este rubro.

Esta administración ha manejado la economía por 9 trimestres y en 4 el indicador ha pisado terreno negativo, con bajas continuas.

Ahora está claro que vienen momentos más complicados.

Ya comentamos que la economía mexiquense cerró el último trimestre del 2019 con un avance de apenas el 0.5%.

Pero en el acumulado anual del 2019, el Estado de México ocupa la posición número 28, sólo por encima de entidades como Zacatecas, Oaxaca, Tabasco y Baja California Sur que evidentemente se encuentran muy por debajo de la entidad mexiquense en cuanto a desarrollo productivo.

En primer lugar se encuentra Tlaxcala con un crecimiento del 6.7% y se puede entender el brinco en éste territorio porque con el impulso de inversiones importantes le es posible crecer varios puntos, pero Nuevo León que es la entidad que está por alcanzar al Estado de México en cuanto a importancia de aportación al PIB se encuentra en el quinto lugar nacional y eso debe llamar la atención.

Jalisco es la economía número 11 todavía en terreno positivo con un crecimiento anual de 0.6%. La Ciudad de México fue la número 17, también con números negativos en un -0.1%.

Así que si bien la economía mexiquense creció 0.5% el último trimestre del 2019 y se ubicó en los primeros lugares, lo cierto es que sólo es un espejismo.

Y lo que viene para los próximos tres trimestres parece un escenario desalentador.

El Estado de México enfrenta la crisis por el Covid 19 con una economía en el lugar 28 y un nivel de desempleo del 5%, el segundo más alto del país.

Y una administración que a casi un mes y medio de declararse la primera fase de la pandemia sigue pensando cómo van a bajar los apoyos prometidos por el ejecutivo. Eso sí, muchas reuniones con las organizaciones empresariales de acuerdo al titular de Sedeco.