IMPULSO/ Patricia López Vences
Ciudad de México
El Papa no viene a enfrentar a los grupos sociales, sino a tender puentes, a ayudarnos a derribar muros que nos separan, a animar la integración humana y cristiana entre pobres y ricos, entre indígenas y mestizos, estos últimos viven su fe en forma más tradicional, por eso, su santidad Francisco comerá con ocho indígenas, no con gobernadores, no con políticos o empresarios, sentenció monseñor Felipe Arizmendi Esquivel, obispo de esa sede apostólica.
Recién llegado del Sureste del país, en la ya tradicional rueda de prensa dominical encabezada por el obispo Eugenio Lira, secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano, CEM, Arizmendi Esquivel detalló los preparativos de la misa que oficiará el papa Francisco con 90 mil indígenas, a celebrarse el lunes 15 de febrero en punto de las 10:15.
“El papa no viene a reunirse con los políticos o dirigentes empresariales, ni con gobernadores, ellos sólo les recibirán como parte del protocolo de cada arribo porque el Papa Francisco, con su visita a San Cristobal y su encuentro con los indígenas, anima al pueblo mexicano a darles el lugar que les corresponde en la sociedad y en la misma Iglesia, ya que los indígenas aún viven en extrema pobreza y marginación”, subrayó el obispo Arizmendi Esquivel.
Asimismo, exhortó a sumarse a la colecta para que esos fondos, que, aclaró monseñor Arizmendi Esquivel, ni son para el Vaticano ni para el Papa, ni para el Obispo o la Diócesis de San Cristobal de las Casas, será para construir un albergue para migrantes, que se sumará a los tres existentes en distintos puntos de Chiapas.
Las lecturas de la misa serán proclamadas en chól, tsotsil y tseltal por los mismos indígenas, los cantos serán en castellano, tzeltal, tsotsil y mixe de Oaxaca, mientras familias tojolabales y zoques entregarán las ofrendas del pan y del vino.
Igualmente, una familia mestiza le entregará lo que se haya colectado para construir dos albergues para migrantes en Frontera Comalapa y en Salto de Agua. Aunque ya hay tres en la Diócesis de San Cristobal, el paso continuo de migrantes requiere darles más atención humanitaria y por eso, en este 2016, Año de la Misericordia, se ha decidido hacer esa colecta para construir uno más, recalcó el obispo Arizmendi Esquivel.
Cabe destacar que manos de mujeres tzeltales de Chilón de la Cooperativa artesanal Jluchiyej Nichimetic elaboraron ya los bordados de la casulla que utilizará el papa Francisco en la misa.
Asimismo, la mitra está siendo realizada por una joven originaria de Tapachula que vive en San Cristobal y colabora en la casa episcopal: Guadalupe López Hernández. Por último, el báculo o bastón del pastor que usará su santidad lo elaboró el padre Javier Ruíz, párroco de Soyatitán, cerca de Pujiltic, mismo que fue aprobado por Roma para que lo use el papa.