IMPULSO/ Félix Morriña
Human Drama en concierto acústico en México: cuando no importa el destino, sino el camino
Hace muchos años que no escuchaba al legendario grupo californiano Human Drama, al grado de que olvidé todo ese tiempo lo bien que me hicieron sus giras por México, las anécdotas vividas, el placentero dolor con el que vivía sus conciertos, discos, canciones y todo lo que la banda, liderada por el maestro Johnny Indovina, me dieron durante lustros, pero cierto día decidí alejarme de todo lo que el dark, el gótico, el punk y la new wave hicieron de mí, sin que esto implicara desilusión, malos discos o momentos que hacen tirar todo por la borda, simplemente, de manera natural, se fueron para ahora volver y ayudarme con mi drama humano.
Tras largos periodos de depresión, confusión, sin saber dónde está el centro de la tierra, ni dónde ir por mi ombligo, ni saber hacia dónde dirigir mis pasos, ni qué será de mí en adelante con una enfermedad a cuestas, así como sin dinero, sin ahorros, sin empleo fijo, sin casa, sin rumbo real y sin ilusiones viables, este #ServibaryAmigo #DandyperoPunk #ElCinicoMayor, hubiera deseado irse en paz a finales del mes de mayo, justo cuando la versión previa de este ser partió de la zona lumbar del universo hacia el limbo, donde hace lo que le toca, mientras esta entidad, esta nueva versión de mí, paga los trastos rotos con los reptilianos, con los sinsentido, con lo que a veces no vale la pena ser y estar.
¡Claro!, hay gente muy valiosa que me ayuda día tras día a quedarme en tierra, porque a veces se me desconecta todo y estoy completamente solo. El dolor es personal y la caída al vacío es más próxima cada vez. Sé que no sólo me pasa a mí, parece epidemia. Salgo a la calle a pelear y me encuentro con muchos con bastón como yo, listos para morir por lo que nos queda. Ya ni Leonard Cohen, David Bowie, Tom Waits, Velvet Underground, Lou Reed, Peter Gabriel, Genesis, King Crimson, Pink Floyd, The Cure, Joy Division, Peter Murphy, Bauhaus y muchos más, que tienen que ver con la fortísima influencia sobre Human Drama, contestan mis preguntas. Tal vez maestro Indovina, no lea bien entrelíneas y no esté aceptando mi realidad y asuma la realidad genérica.
Sin embargo, recordando las rolas de Human Drama, como de los momentos cuando tuve oportunidad de conversar y entrevistar con el cantante, guitarrista y compositor Johnny Indovina en sus primeras visitas a México, a principios de los años 90, cuando el grupo era la sensación del rock dark gótico underground-independiente a nivel internacional, me hacen sentir ligera mi carga emocional, que aún puedo sacar fuerzas para cumplir con mi día a día, e incluso ir al concierto acústico que ofrecerá el próximo viernes 29 de noviembre, a las 20 horas, en la maravillosa Sala Nezahualcóyotl del Centro Cultural Universitario (CCU), en mi alma mater, en mi cada vez más violentada UNAM. Los boletos oscilan entre los 400 y 600 pesos.
Cuando me enteré de que venía Human Drama a México y mi camarada, amigo, promotor cultural y artístico Luis Jasso, me invitara por correo a entrevistar a Johnny Indovina vía telefónica, no estaba en condiciones de hablar con nadie, sólo quería irme lejos de aquí, donde la depresión dejara de acosarme. Sé que ya es tarde para una entrevista, pero me gustaría saber ¿cómo fue superar la transición internacional de la música de algo tan profundo a algo tan banal y vacío como a veces se ve el mundo, justo cuando éste requiere de sus artistas para emerger en una nueva generación de talentos natos o formados que dejen huella y rumbo a seguir?
Maestro Indovina, usted nos enseñó a muchos a entender al Drama Humano a través de esas letras de completo abandono, sumergido en la pérdida, evitar la herida de muerte y seguir adelante, por ello, ¿qué le motivó a sacar estos cuatro nuevos temas en este difícil 2019, en la que hay poesía, dolor tratado con madurez, mucha melodía, esa que tanto escasea hoy día, sin mayor azote emocional que el asumido y experimentado con anterioridad autoridad, pero sin caer en la misma zanja? ¿En qué proceso emocional se encontraba para no dejarse ir por completo?
“Farewell”, “Delancey Street 1993”, “One More Time Around The Lake” y “King of Kings”, éste último editado por el sello independiente mexicano Fonarte Latino, son los cuatro nuevos temas que usted tocará en ese recital especial que tiene preparado para la Sala Nezahualcóyotl, aparte de sus éxitos de antaño, en el que le acompañará el genial pianista Mark Balderas y dos músicos mexicanos en su alineación: Claudia González en la flauta transversa y Gerardo Pozos en el violín. ¡En este concierto sí quiero estar!
Indovina, ¿cómo ha sido vivir la música a través de las plataformas digitales Apple Music, Google Play, Spotify, YouTube Music, Deezer, Amazon Music y Tidal, dejando atrás, al menos por un momento, el arte objeto muy visto en el Human Drama de los discos de vinil y hasta los discos compactos? ¿Le gusta cómo está el mundo de la “industria” musical?
Por años, Human Drama ha sido calificada como una banda de culto encasillada en el rock dark gótico y derivados, sin caer en las provocaciones del mercado comercial, sin ser música para las masas, hoy día ¿cómo le dice Johnny Indovina a las nuevas generaciones qué es Human Drama?
Antes de terminar querido Johnny Indovina, ¿de qué forma usted aceptaría el suicidio? Sé que dicho concepto ronda continuamente en la cabeza de miles de personas en el mundo, en este difícil periodo de la decadencia humana y deseo saber de alguien que conoce la psique del lado oscuro de la luna su opinión. Si ha estado cerca de este proceso, ¿cómo ha sido librarse de él, cada vez que las cosas no están bien?
Por mi parte, querido, espigado, lánguido y fantasmal maestro, recuerdo a un grande de la literatura mexicana, Juan José Arreola, de quien cito una frase que me ha marcado tras ver “El Guardagujas”, con la participación de mi sobrino Aldo Robinson Butzman y Adrel Romero, en el Festival de las Almas de Valle de Bravo: “No importa el destino, sino el camino”.
¡Carpe Diem!
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