IMPULSO/Agencia SUN
Estados Unidos
El canciller Marcelo Ebrard externó el rechazo del gobierno de México al “golpe” en Bolivia y ofreció asilo al presidente de ese país, Evo Morales, si éste así lo decide.
A través de su cuenta de Twitter, Ebrard informó que “México, de conformidad a su tradición de asilo y no intervención, ha recibido a 20 personalidades del Ejecutivo y Legislativo de Bolivia en la residencia oficial en La Paz, de así decidirlo ofreceríamos asilo también a Evo Morales”.
Luego tuiteó que “somos solidarios con la inviolabilidad de las representaciones diplomáticas, ahora requerimos la misma solidaridad internacional para que se respete la integridad de la sede de embajada y residencia de México en Bolivia”. Hasta anoche no había indicios de alguna agresión contra la legación.
Sobre lo ocurrido en Bolivia, dijo que se trata de “una operación militar en curso”, la cual, señaló, “rechazamos, es similar a aquellos trágicos hechos que ensangrentaron nuestra América Latina el siglo pasado”. México, subrayó, “mantendrá su posición de respeto a la democracia y a las instituciones. Golpe no”.
El presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció la decisión “responsable” de Evo de convocar a elecciones y tras la renuncia de éste, señaló que hoy “daremos a conocer con amplitud nuestra postura”. Dijo que el líder boliviano “prefirió renunciar a exponer a su pueblo a la violencia”.
El vocero presidencial, Jesús Ramírez Cuevas, llamó a condenar la “ruptura del orden democrático en Bolivia”. Lo ocurrido dividió a la clase política mexicana. La dirigente de Morena, Yeidckol Polenvsky, criticó lo que llamó “golpe a la democracia de América Latina” y “golpe de Estado”.
En contraste, el expresidente Vicente Fox tuiteó: “Cuando los presidentes fallan y abusan deben de renunciar”. Sobre la posibilidad de asilar a Evo, los panistas se manifestaron en contra. “No queremos al dictador Evo Morales en México, que busque asilo en otro lado. ¡Evo no es bienvenido!”, manifestó Mariana Gómez del Campo.