IMPULSO/ Teodoro Rentería Arróyave
El Himno
Nos resulta increíble y más que censurable que una persona física o una empresa concesionaria de una frecuencia de radiodifusión en amplitud modulada, AM, buscara ampararse contra el Estado Mexicano para evitar transmitir diariamente en dos horarios el Himno Nacional Mexicano, uno de los más sentidos símbolos patrios.
El o los apátridas, no los podemos calificar de otra manera, después de obtener la concesión correspondiente, que es un verdadero regalo, puesto que sólo con cumplir con el sentido social al que se comprometieron se les otorga una radiodifusora para su explotación comercial, se atrevan a inconformarse con las leyes y reglamentos de la materia.
Se trata de la radiodifusora XEHX de Ciudad Obregón, Sonora, seguramente por ser una AM, es muy posible que no sean los concesionarios originales, sino algunos personajes arribistas.
Va de historia, por una serie de vergonzantes decisiones, se suprimieron en la educación primaria las materias de civismo e historia patria y, como consecuencia, los homenajes a nuestros símbolos patrios a los que, con reverencia, concurríamos alumnos y maestros de otras generaciones.
Tal el craso error que la mayoría de los mexicanos olvidaron la letra y la música de nuestro Himno, percatado de ello, en aquel entonces, flamante presidente, Miguel de la Madrid Hurtado firmó un decreto, primero para autenticar el Himno y luego para que, en su versión corta, se transmitiera dos veces por día en las radiodifusoras y en los canales de televisión. El resultado fue altamente positivo.
Nos tocó, como Director de Radio de la Secretaría de Gobernación, implementar el Decreto presidencial. Todas las radiodifusoras y los canales de televisión debían de transmitir el Himno vocalizado al inicio y al cierre de sus transmisiones.
Desde ese entonces, surgieron los apátridas, su primer argumento fue en el sentido de que las radiodifusoras de transmisión continua, las llamadas de 24 horas, por no tener inicio ni cierre, se negaban a transmitir el Himno.
En una reunión con el Jefe del Ejecutivo, se nos permitió proponer que para esas radiodifusoras de 24 horas se firmará un adendo al Decreto presidencial para que se les fijara las 00:00 y las 06:00 horas para que cumplieran con la disposición. Ya no tuvieron argumento alguno para incumplir el reglamento, aunque nos vimos precisados a imponer algunas multas a los infractores.
La respuesta de unos cuantos reaccionarios también fue de no creerse y menos de admitirse, es la verdad absoluta, su reacción fue transmitir a las 12:00 horas “El Ángelus” y otros hasta una parte del Rosario.
Como era de esperarse, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, SCJN, negó el amparo a esa radiodifusora de Ciudad Obregón, que había impugnado diversos artículos de la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión, entre ellos, la obligación de transmitir diariamente el Himno Nacional a las seis de la mañana y a las 24 horas.
Muy triste admitir que, a la fecha, existan connacionales de esta tesitura.
