IMPULSO/Irene Tello Arista
Artículo
Este martes se presentó el Plan Nacional de Desarrollo (PND) del actual gobierno.
Tal y como plantea el artículo 26 de la Constitución, el Plan es un instrumento de planeación a través del cual se determinan las líneas estratégicas que guiarán los programas gubernamentales que permitan el desarrollo del país. En el PND se establecen los principales problemas del país así como las estrategias diseñadas para resolverlos durante los próximos seis años. El PND debe ser participativo ya que debe recopilar las “aspiraciones y demandas” de la ciudadanía y debe contar con indicadores de desempeño que permitan corroborar el avance en los ejes prioritarios establecidos por el gobierno en turno.
El PND fue entregado este martes a la Cámara de Diputados para su consulta y se publicó en el Diario Oficial de la Federación el mismo día. Sin embargo al revisar el documento se puede apreciar que existen dos versiones del mismo. Una primera versión que consta de un texto de aproximadamente 60 cuartillas en el que se exponen de forma vaga los principios que regirán el desempeño del actual gobierno y un informe más extenso que se presenta como un anexo. En este anexo se presentan de forma más detallada y precisa los ejes transversales y generales que guiarán los programas de la administración pública federal en este sexenio, así como objetivos determinados para cada eje e indicadores de medición respecto al cumplimiento de los objetivos.
El material que el Presidente publicó en su página de gobierno y en sus redes sociales, no corresponde a lo publicado en el Diario Oficial de la Federación ya que esta versión omite el anexo en el que se detallan con más claridad los ejes transversales y generales que se establecen como prioritarios. Otra de las cosas que omite por completo la versión publicada por el ejecutivo son los resultados de los foros de consulta organizados para conocer la opinión de la ciudadanía, especialistas, académicos y grupos indígenas respecto a las necesidades para alcanzar el desarrollo del país.
Si uno utiliza un buscador de texto, se puede corroborar que la palabra “impunidad” tan sólo aparece una vez en la versión presidencial, a pesar de que se establece en todo el texto la necesidad de procurar justicia en casos de corrupción y garantizar la paz a través de la justicia. Desde la campaña, la propuesta del presidente tenía como eje central el combate a la corrupción y a la impunidad, entendido como el principal problema del país. Sin embargo, las propuestas planteadas para erradicar la corrupción y la impunidad en el PND se enfocan sobremanera en erradicar la impunidad en actos de corrupción sin tomar en cuenta la necesidad de proveer a las instituciones de justicia de los elementos necesarios para realizar investigaciones y sancionar responsables para todos los delitos. Respecto a este punto es mucho más detallada la propuesta para erradicar la impunidad en el anexo omitido por la versión del presidente.
Uno de los principios rectores del texto de 64 cuartillas que el presidente publicó como el Plan Nacional de Desarrollo establece que “Al margen de la ley, nada; por encima de la ley, nadie”. Sin embargo, este texto que ignora las consultas para determinar las demandas y necesidades de la ciudadanía es un claro ejemplo de que el actual gobierno sí está por encima de lo dicho en el art. 26 de la Constitución.