IMPULSO/ Agencia SUN
San José, Costa Rica
Guatemala desarticuló este jueves una red de “coyotaje” o tráfico ilícito de migrantes irregulares por tierra a México y Estados Unidos, y detectó que la organización criminal realizó una serie de movimientos bancarios para el lavado de dinero por unos 395 mil dólares ganados en el contrabando de seres humanos desde Centroamérica, anunciaron fuentes policiales guatemaltecas.
La Policía Nacional Civil (PNC) desplegó siete allanamientos en Villa Nueva, una zona del sur de la capital de Guatemala, y en los suroccidentales departamentos (estados) de San Marcos, que es fronterizo con México, y con Quetzaltenango, según el recuento oficial.
Los allanamientos fueron ejecutados “en seguimiento a un caso de lavado de dinero, por el movimiento bancario de varias personas con perfiles económicos que no coinciden con los depósitos bancarios a sus cuentas activas en varios bancos del sistema”, aseguró un reporte policial difundido en la capital guatemalteca.
“El objetivo de estas operaciones es la captura de los involucradas, pues según las investigaciones, éstas se dedican al traslado ilegal de personas hacia Estados Unidos”, añadió el informe, del que EL UNIVERSAL obtuvo copia.
De acuerdo con los datos preliminares de la operación, que todavía está en desarrollo, “hasta el momento” fue detenido un guatemalteco, identificado como Gregorio Timoteo Lobos Ixcoy, de 78 años de edad, aseguró la PNC.
No hubo precisión sobre los otros miembros del grupo. “Se estima que por dicha actividad ilícita los sindicados han lavado alrededor” de 3 millones de quetzales (moneda nacional), por lo que el Juzgado Noveno de Primera Instancia Penal de Guatemala emitió una orden de aprehensión desde el pasado 2 de abril.
Por su posición geográfica limítrofe con México, Guatemala es una de las principales plataformas de las cadenas de “coyotes” de Centroamérica que movilizan, por vías ilícitas, a gran número de migrantes irregulares de América Latina y el Caribe, en especial guatemaltecos, hondureños, salvadoreños, nicaragüenses, cubanos y haitianos, y de África y de Asia, y ganan gran cantidad de dinero en el traslado de las corrientes humanas del sur al norte de América.
En una visita este jueves en Washington, el ministro de Gobernación de Guatemala, Enrique Degenhart, afirmó que “son las estructuras (mafiosas) las que trafican con los migrantes”. Las caravanas de viajeros irregulares de centroamericanos que se dirigen a México y EU, un fenómeno que empezó en abril de 2018 y proliferó a partir de octubre anterior, “tienen la libertad de paso” por territorio guatemalteco, aclaró.
“Pueden hacerlo si realizan su control migratorio de forma ordenada y legal”, dijo el ministro, en referencia a los intensos flujos en especial de guatemaltecos, salvadoreños y hondureños que, sin visa, a pie o con transportes esporádicos, pasan de Guatemala a México con la meta de llegar a la frontera mexicano—estadounidense para buscar asilo o refugio en EU.
Uno de los principales problemas de las corrientes humanas en las caravanas es de los menores de edad, advirtió Degenhart, al relatar que “son los que se ponen en muchos riesgos, por lo que se hace un llamado a los padres a no traerlos en estos viajes”.
“Los flujos migratorios son irregulares y se han encontrado casos donde personas que tienen situaciones pendientes con la ley, aprovechan para escapar y se llevan sustancias ilícitas y estos si son casos de seguridad nacional”, subrayó.
Degenhart llegó esta semana a Washington para evaluar con la Secretaría de Seguridad Nacional los conflictos migratorios regionales y las amenazas del crimen organizado en Centroamérica, en particular del narcotráfico, entre otros temas.
Guatemala, El Salvador y Honduras, que forman el Triángulo Norte de Centroamérica, son la más importante fuente de los integrantes de las caravanas o caminatas terrestres a las que en los últimos seis meses también se unieron cubanos, haitianos, asiáticos y africanos.
Las expediciones, cuya más reciente versión salió este 10 de abril de Honduras con el mismo objetivo, desafiaron las políticas del presidente de EU, Donald Trump, en contra de la migración irregular. Trump anunció a finales de marzo anterior que Honduras, Guatemala y El Salvador son ineficaces en contener las incesantes corrientes de migrantes y les cancelará la asistencia financiera de EU, por más de 560 millones de dólares aprobados en 2017 y 2018 y pendientes de desembolso.