Noviembre 23, 2024
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ENTRE VISIONARIOS Y VISIONUDOS

IMPULSO/  Luis Ángel Sánchez R.

Y casi casi, ni quien hablara de la partida de Alberto Cortéz…

Curioso pero cierto, cuando me enteré de la partida de Alberto Cortéz, imaginé que los medios de comunicación harían una cobertura más o menos amplia del acontecimiento, que de ninguna forma se puede entender –considero- como “poca cosa”; y sin embargo pobre, si no es que pobrísima fue la atención que dieron a la partida de este personaje que sin duda marco la memoria sentimental de varias generaciones.

A mí me “tocó todavía”, se podría decir, escuchar sus canciones casi en su pleno apogeo, allá por la década de los setentas, cuando apenas había empezado a vivir  -yo, por supuesto-, pero recuerdo vivamente que sus canciones eran demasiado “espesas” para mí en ese momento, demasiado melancólicas, con “demasiado sabor”…demasiado para un niño, incluso para uno que los domingos veía por la televisión casi al mismo tiempo “Odisea burbujas”, “Chabelo”, “Para gente grande –repetición, con el periodista, ahora colega, Ricardo Rocha”- y “Estudio 54”, con el también comunicador Jaime Almeida.

No obstante, como sé que le ocurrió a muchos de mi generación, es decir la que ahora se conoce como “X” o “intermedia de la x”, retomamos la atención sobre la obra de Cortéz –Alberto, por  si algún despistado pregunta-, casi saliendo de la adolescencia inicio de la juventud madura, aunque la verdad, la edad es un parámetro y eje poco certero en estos asuntos de la memoria nostálgica, puesto que, sin duda, a todos nos pasan cosas y somos de tal o cual forma que a la mayoría, si no es que a los demás en general les parecerían raras. En fin, recuerdo que disfruté mucho en esa etapa de mi vida el combinar el gusto por ese tipo de Trova y la literatura castellana, desde Cervantes hasta nuestro Jaime Sabines ( en especial con esos “Amorosos” que a muchos nos parecen retratos de una generación ó, mejor dicho, de un tipo de seres humanos) y si algo recuerdo de Alberto Cortéz es su respuesta a una periodista española que cuestionó: “quien es la persona y el momento más importantes en su vida…”

Cortéz, con ese aplomo tan especial de la mayoría de los personajes de su tiempo y de su tipo –recuerdo como si lo estuviera viendo en este momento-, se quedó viendo el rostro de la entrevistadora unos momentos, que parecieron eternos, y luego de arrellanarse en el sillón, frunció un poco el ceño y dijo con su privilegiada voz: “la persona más importante en mi vida es usted y el momento que más me ha marcado es este, porque sin duda estoy aquí y ahora con usted”.

Claro que es muy debatible el cariz de un personaje y su aportación, pero, esa falta de memoria sobre su legado en su partida (prefiero esa expresión a la de la muerte), como ha ocurrido con varios del tipo me mueve a cuestionar si se trata solamente de que es una nueva era, con todo lo que ello conlleva si simplemente la tecnología nos tiene tan “entretenidos” en el presente, que ya el pasado cercano es cosa de viejitos, ¿Qué será? …                         [email protected]