IMPULSO/ Agencia SUN
San José, Costa Rica
Los gobiernos de Honduras, El Salvador y Guatemala se mantienen expectantes y a la espera de ser notificados de la decisión que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció el pasado fin de semana, de suspenderles la asistencia financiera y acusarlos de ineficaces para combatir y contener la masiva migración irregular de hondureños, salvadoreños y guatemaltecos a suelo estadounidense.
El gobierno de Honduras descartó este luens que la vía para resolver los problemas migratorios regionales sea edificar un muro en la frontera entre México y Estados Unidos. “No creemos que el muro físico, de cemento o de cualquier material sea la solución a los problemas migratorios”, dijo el ministro hondureño de la Presidencia, Ebal Díaz.
“El mejor muro que detiene la migración es la generación de empleo, que se logra a través de la inversión que viene mediante la cooperación para desarrollar económicamente a los países”, añadió.
Mediante la cooperación con inversión pública y privada, para generar “mejores oportunidades y no restringiendo la economía es como vamos a resolver el tema de la migración”, agregó al confirmar que el Honduras sigue sin ser oficialmente notificado por EU.
Trump reclamó a los gobiernos de Honduras, El Salvador y Guatemala, que integran el Triángulo Norte de Centroamérica y son la fuente de una masiva migración irregular, por su ineficacia en detener las intensas e incesantes corrientes humanas y decidió cortar los flujos a los tres países por un monto en conjunto que supera los 560 millones de dólares.
Díaz replicó que Honduras atacó el problema de la inseguridad pública como una de causa de la migración. Insistió en que “el tema económico requiere de un enfoque regional y de más compromiso de EU”.
El gobierno salvadoreño alegó haber realizado “importantes avances en cada uno de los ejes” del Plan de la Alianza para la Prosperidad del Triángulo Norte. La cancillería de Guatemala respondió que carece de reacciones a la cancelación.