Impulso/ Miguel Á. García
Toluca
Hasta en cuatro pesos podría aumentar la tarifa del transporte público en los próximos días, así lo advirtieron líderes transportistas de las principales líneas que operan en este valle de Toluca, Afirman que el pasaje autorizado en septiembre de 2017, fijado en 10 pesos, es insuficiente para cubrir sus gastos operativos y de mantenimiento de las unidades que brindan el servicio.
Encabezados por Alejandro Hernández Torres, director de la línea de autobuses Xinantécatl, indicaron que no hacer el incremento, tendrán que optar con reducir sus rutas y por ende dejar sin servicio a distintas comunidades lo que afectaría principalmente a la base trabajadora y a los estudiantes.
Al momento suman 28 empresas, que acumulan alrededor de 4 mil unidades, las que se sumaron al exhorto a la Secretaría de Movilidad para que se autorice el aumento a la tarifa, al sostener que la tarifa ideal es de 25 pesos por pasajero.
“Mucho de esto tiene que ver desde el histórico de que no hemos actualizado la tarifa como debe ser, y el incremento tan desmedido del combustible y del costo de las refacciones, las unidades así como del financiamiento”.
En conferencia de prensa, en la que estuvo acompañado por Juan Carlos Rojas Rojas de Servicio Intermetropolitano de Transporte SA de CV, Rolando Álvarez Caballero, Autotransporte del Valle de Toluca, y Luis Alberto Gómez Rodríguez de Autotrasporte Urbano de Toluca y Zona Conurbada, el líder transportista presentaron un estudio elaborado por el Instituto del Transporte con el que se demuestra el déficit que atraviesan por una tarifa no aplicable a sus gastos.
Afirmaron que en este se revela que cada unidad tiene un promedio de 310 usuarios, por lo que ganan 3 mil 100 pesos al día, de los cuales 2 mil 230 son utilizados para diésel, dejando un restante de 870 pesos, es decir, en 25 días acumulan 21 mil 750 pesos, sin embargo, también se debe considerar que la letra de la unidad mensualmente les cuesta 35 mil pesos por lo que tienen un déficit de 13 mil 250 pesos.
“Queremos ser muy claros en este asunto, estamos trabajando en números rojos, muchos de nosotros, o la mayoría, estamos en cartera vencida. Los dueños de los vehículos han hipotecado sus casas o bienes para poder pagar los créditos y cumplir los compromisos que hemos adquirido, esto implica que en el futuro, si siguen estas condiciones el transporte público en su modalidad de colectivo probablemente sea inoperable”.
De acuerdo con el estudio, la tarifa en 1989 era de 50 centavos, teniendo el primer ajuste significativo en 1995 cuando pasó a 1.40 pesos, en 2001 subió a 4 pesos, en 2013 a 8 y en 2017 a 10, éste último ajuste se hizo de manera arbitraria, es decir, se aplicó desde enero y no fue sino hasta septiembre de ese año que el gobierno lo autorizó.
Cabe destacar que aseguran los transportistas que el 20 por ciento de su flotilla cuenta ya con especificaciones de la Gaceta del 20 de marzo del año pasado y que son monitoreadas por las autoridades, sin embargo, Raymundo Carbajal, secretario de Movilidad, dio a conocer que el Instituto de Transporte y la Secretaría de Seguridad se encuentran en proceso de certificación de los proveedores del equipo de seguridad para transporte público, por lo que ninguna unidad es monitoreada por los C5 o algún C4.
