Diciembre 23, 2024
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FORTINO, UN SER AMOROSO, SEDUCTOR Y TRABAJADOR IV

IMPULSO/ Opinión

CUARTA PARTE

Continúan los grandes reencuentros con mi hermano Fortino Ricardo, quien recién emprendió el viaje al éter eterno, me refiero en el trabajo, en las actividades profesionales. Se terminó la aventura de Televisión Independiente de México, TIM, Canal 8, como la primera competencia seria de Telesistema Mexicano, además sin respetar lo títulos de concesión ambas empresas se fusionaron en una nueva, Televisa -tele: televisión, visa: Valores Industriales, la cúpula del Grupo Monterrey-, y el primero en ser liquidado de una larga lista de ejecutivos conductores, fue el autor.

Cuando creíamos que la carrera periodística se había terminado, quién podría en el aquel tiempo oponerse a la empresa de comunicación más fuerte en la historia del país. Por eso mismo decidimos, con el capital de la liquidación, abrir a un costado de las Torres de Satélite un taller de lavado y engrasado de automóviles. Mi hermano consiguió el equipo a buen precio, el se encargó de su construcción y además aprovechamos un local del predio que alquilábamos y lo convertimos en un restaurante donde se vendía el riquísimo menudo norteño.

En Metepec nos diseñaron la vajilla de barro, con el logotipo del negocio, “Gran Premio”. Mi hermano y el suegro común Don Raúl Villa Santamaría administraron el negocio, hasta a mi hermano Francisco, ingeniero químico y alto funcionario en Pemex, lo metimos al negocio. Cuando íbamos a recoger el barro, tuvimos un accidente en la carretera México-Toluca, yo conducía, nos estrellamos contra un árbol, lo que me importaba era Fortino que viajaba de copiloto, no sufrió ni un rasguño, en cambio salimos con heridas en la cabeza en la nariz y en la ceja. Fuimos atendidos en forma estupenda por médicos y enfermeras en el Hospital de Zona del Instituto Mexicano del Seguro Social. No pudimos con la alta renta del predio y vendimos el negocio, que nos dio para comer varios meses.

Algo más para recordar, a los dos años de casados, acordamos Silvia, mi amor, que no era correcto seguir pagando rentas de casas; para nuestra suerte nos enteramos que en el fraccionamiento Jardines de Santa Mónica perteneciente al municipio de Tlalnepantla de Baz, Estado de México, vendían casas sin enganche y claro nos enganchamos y tuvimos nuestra primera casa propia. Cuando mi hermano Fortino Ricardo y Yola, hermana de Silvia se casan, también compraron su primera propiedad en esa colonia a escasa media cuadra de la nuestra.

Amoroso como siempre fue Fortino, los recién casados se llevaron a vivir con ellos a los suegros, Don Raúl y Doña Loreto. Ahí los cuatro hijos, Teodoro Raúl y Gustavo; Fortino Ricardo y Raúl de los mismos apellidos, Rentería Villa, nacieron, convivieron y se formaron.

Vino la salvación para continuar en el periodismo, el licenciado Emilio Guillermo Salas Payró, dueño y presidente del Núcleo Radio Mil nos invitó a crear la que sería la División Noticias, exacto, cuando logramos realizar los primeros noticiario profesionales de la radio con un gran equipo de colegas. Desde entonces mi hermano convivió con más continuidad con el periodismo. Las jugadas de domino nos eran comunes.

Seguramente de este ambiente de camaradería, de vivir las peripecias de los informadores, de halagarme, al decirme que mis crónicas de los viajes lo hacían vivirlos, como si me acompañara en ellos, nació su amor por la comunicación y por eso mismo se convirtió el y sus hijos en radiodifusores y periodistas, al igual que nuestro vástagos: Teodoro Raúl y Gustavo. CONTINUARÁ.