Diciembre 24, 2024
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Joven que sanaba con risas, muere infartado en camión

IMPULSO/ Miguel Á.García

Toluca

Enrique era un joven alegre y bajo esa bandera iba por el mundo, formaba parte de “La Risa Abre corazones”, un equipo de jóvenes liderado por Alicia Hoyo, para brindar alivio al alma de quienes luchan contra el cáncer todos los jueves; sin embargo, esta semana falló a su cita, cuando estaba en un autobús sufrió un infarto al corazón, que le arrebató la vida en instantes.

Quique, como lo conocían sus amigos y más cercanos, se convirtió en parte del 1 por ciento de la población joven que muere a causa de un infarto agudo al miocardio. Su cuerpo quedó tendido a bordo del autobús que acababa de tomar, sobre la avenida 16 de Septiembre, entre las calles Mina y Abasolo, en el Barrio de Santa María, del municipio de Ocoyoacac.

Los testigos relataron que pagó su pasaje y se desvaneció, y aunque llegaron los servicios de urgencias, ya nada se pudo hacer para salvarlo, el infarto fue fulminante.

De acuerdo con datos del ISSEMyM, la prevalencia de infartos en el Estado de México ronda el tres por ciento; de ellos, el uno por ciento se da en menores de 40 años, índice que va en incremento, como consecuencia de los estilos poco saludables, la inactividad física, el estrés, entre otros factores.

Los malos hábitos alimenticios, el consumo excesivo de grasas y carbohidratos, el sedentarismo, así como el estrés, contribuyen a que cada vez más jóvenes mueran por infarto.

“El promedio de edad en el que solían presentarse estos infartos era entre los 50 y los 60 años, pero hemos tenido una media de población que actualmente va entre los 40 y 60 años, específicamente este centro tiene una población menor ahora, precisamente por estos factores de riesgo que se han modificado”, comentó el jefe de Servicio de Cardiología y Cirugía Cardiaca del Centro Médico del ISSEMyM, Marco Antonio Hernández Mercado.

Para el caso de la población joven, que sufre un evento de este tipo, añadió, los riesgos pudiesen incrementar, ya que en comparación con los adultos mayores, su organismo no se ha preparado para ello, pues se dan de manera súbita, por lo que el índice de mortalidad también incrementa.

A causa de este fenómeno, Quique ya no asistirá, como cada jueves, al Hospital Materno Infantil a brindar luz en la lucha de quienes padecen cáncer, su nariz roja y su bata blanca quedarán colgadas, su corazón fue tan grande que no resistió tanto.