IMPULSO/ Leonor Sánchez Sánchez
Toluca
El acoso sexual y el laboral (también llamado mobbing), siguen siendo muy frecuentes, en los centros de trabajo, y se estima que sólo aquellos lugares que cuentan con área de Recursos Humanos tienen protocolos para erradicar estos problemas, lamentablemente menos de 40 por ciento de las unidades económicas cuentan con esta área.
La vicepresidenta de Enlace Legislativo, de la Confederación de Cámaras de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco), Laura González Hernández, consideró que el acoso sexual es más frecuente en el sector privado que en el público, en tanto que el “mobbing” es más frecuente en la iniciativa privada.
Ambos, dijo, son problemas de género que poco se visibilizan, y aunque existen avances para erradicarlos aún falta mucho por hacer.
La líder empresarial señaló que es más frecuente que se den casos de acoso laboral en las unidades económicas, y a pesar de que más de 60 por ciento carece de área de Recursos Humanos, también es cierto que en las micro empresas es frecuente que el dueño esté más al pendiente de estos problemas.
Las empresas que cuentan con área de Recursos Humanos, deben de contar con protocolos que permitan, a quienes laboran en el lugar, denunciar el acoso laboral.
Algunas acciones en contra del trabajador, que pueden identificarse cuando se sufre acoso laboral son: gritar, avasallar o insultar a la víctima, cuando está sola o en presencia de otras personas; asignarle objetivos o proyectos, con plazos que se saben inalcanzables o imposibles de cumplir, y tareas que son manifiestamente inacabables en ese tiempo; sobrecargar selectivamente a la víctima con mucho trabajo y presionarla excesivamente; amenazar de manera continuada a la víctima o coaccionarla.
Otras acciones que se pueden percibir como mobbing son: quitarle áreas de responsabilidad clave, ofreciéndole a cambio tareas rutinarias, sin interés o incluso ningún trabajo que realizar (“hasta que se aburra y se vaya”); modificar sin decir nada al trabajador, las atribuciones o responsabilidades de su puesto de trabajo; tratarle de una manera diferente o discriminatoria; usar medidas exclusivas contra él, con vistas a estigmatizarlo ante otros compañeros o jefes (excluirle, discriminarle, tratar su caso de forma diferente, trasladarle a puestos inferiores, rebajarle el sueldo).
También cuando se ignora al trabajador o se le excluye, se le está acosando laboralmente; cuando se difama a la víctima extendiendo, por la empresa u organización, chismes o rumores maliciosos o calumniosos que menoscaban su reputación, su imagen o su profesionalidad.
