Octubre 5, 2024
Clima
12°c Máxima
12°c Mínima

Praxis Política

IMPULSO/ Francisco Javier Estrada

Política cultural

He encontrado una revista especializada en educación y cultura, se lama “AZ” y tiene artículos como “Un concepto en busca de la materialización”, “Si evaluar no sirve para mejorar la evaluación, no tiene sentido”, “Padres que no dejan crecer a sus hijos”, “Cinco etapas lectoras para favorecer los procesos de lectura,” y “Política cultural”.

Temas que me han apasionado mucho durante toda mi vida. No terminamos de comprender los mexicanos que la mejor política es la que se refiere a la educación. Y ahora sólo vemos un enfrentamiento entre ‘gremios’ corruptos que no quieren perder sus miserables canonjías, miserables por la amoral actitud que tienen, sin que les importe en verdad la educación de niños, adolescentes y jóvenes, sólo sus canonjías que son corrupción galopante y no otra cosa.

En este caso, lo que me importa es leer lo referente a la “Política Cultural” que está de moda porque el Gobierno federal ha decidido crear una Secretaría de Cultura, y los intelectuales y artistas en la ciudad de México se preguntan: ¿para qué?… sólo se contestan los que están cerca de quien ha de ser el Secretario de Cultura en 2016, saben que ha de ser para su provecho y nada más.

No es sólo un decir, es la voz de cientos de los que componen este sector, que sigue sin poner en tres años un pie en la Tierra, es decir, qué cosa desean alcanzar para beneficiar la promoción, difusión, preservación y creación de quienes, haciendo arte, dejan mejor el espíritu de los mexicanos. Los artistas e intelectuales se sienten abandonados, y así lo reiteran más duramente los científicos, que son el sector más vulnerable en estos tiempos de crisis económica.

Nadie ha dado respuesta aún al hecho de que las Becas a Creadores siempre quedan en las mismas manos: de aquellos que viven en la Ciudad de México, y allí hacen sus facciones o cofradías, dejando fuera a la provincia. Que, en este caso, son la gran mayoría de los que participan en este sector de la vida social, cultural, educativa, política y económica. En el artículo contado por José Ramírez Salcedo encuentro una serie de propuestas como el hecho de pensar en la “política y gestión cultural” con las “digresiones, convicciones y sugerencias” sobre el tema de la Cultura. El autor de este pequeño ensayo dice que Jesús Reyes Heroles decía que “la cultura no es otra cosa que el caminar del ser humano hacia el ser humano” y, siendo algo sobreentendido, no significa que debemos de olvidarnos de ello.

Mi conocido amigo Armando González Torres dice en su artículo titulado “Un concepto en busca de materialización” que “pese a sus virtudes, la extensión del concepto de cultura a partir de la segunda mitad del siglo XX, lo hace una de las definiciones más complejas, inasibles y ambiguas, pues casi no hay manifestación humana que no pueda reclamar el nombre de cultura y exigir los beneficios de esa membresía”. Todos hablan de cultura, pero en verdad pocos sabemos a qué cosa se refiere.

En mis clases dentro de las escuelas de educación normal, es decir, para maestro de primaria en la ciudad de Toluca, me tocó la suerte de dar clases sobre “Historia de la Cultura”, y al revisar juiciosamente dicha materia, me topé con la desgracia de que es imposible hablar de toda la cultura o de toda la historia de la misma.

Que si mi deseo era dar una visión certera de dicha materia, tenía que tomar ejes muy precisos, por ejemplo, el enseñar la historia de la arquitectura o de la política, o de la sociedad en términos sociológicos de clases sociales, tribus, sectas o estratos, también podía hacer una historia sobre la pintura o la música, pero, a final de cuentas, hacerlo en tan poco tiempo, una o dos veces a la semana, es decir, en cerca de noventa sesiones o menos, era algo utópico. Por eso estoy de acuerdo con González Torres, quien escribe: “Por supuesto, la ampliación de la noción de cultura no sólo implica un problema conceptual, sino que propicia que el diseño de políticas en este campo enfrente dilemas muy complejos desde la definición de los ámbitos de acción hasta la asignación de recursos”.

Esto es lo que no se ha definido, en la pomposa nueva Secretaría de Cultura a nivel nacional, cuál es su objetivo preciso al ser fundada. ¿Hacia dónde se dirige y quiénes han de ser los beneficiados? Porque en la ciudad de México dicen que con el nuevo instrumento de dirección cultural han de ser los mismos de siempre que se han de regodear en el nuevo objeto creado para subirles el tono de su soberbia y de su impericia. Pues México sigue igual, sin adelantar un paso en el tema de la Cultura. ¿O alguien conoce algo que se pueda mostrar en la etapa de Rafael Tovar y de Teresa en CONACULTA?

 
Etiquetas:

Dejar un Comentario