IMPULSO/ Agencia SUN
México
Misas, vigilias, caravanas, calor, cansancio… más de 10.5 millones de botellas de plástico con agua se requerirían para atender a la multitud que acudirá esta semana en Panamá a las actividades del papa Francisco, quien encabezará la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).
Pero la joven mexicana Mariel Wall, del Movimiento Católico por el Clima, evitó lo que sería una avalancha de basura y contaminación. Ella organizó una cadena de dispensadores de agua potable en la capital panameña para que millones de peregrinos se surtan del líquido sin generar toneladas de desechos.
Al convertirse en el centro global de la fe a partir de mañana, cuando llegará el Pontífice, y hasta su salida prevista para el próximo domingo, la calurosa capital panameña también podría emerger como un ejemplo de amabilidad con el ambiente.
“Es un mensaje de cordialidad ambientalista”, dijo Wall, de 25 años y oriunda de la Ciudad de México. “Tendremos puntos de hidratación en los actos centrales de la jornada con el Papa, en los que los peregrinos podrán llenar los recipientes que les daremos”, explicó durante una entrevista telefónica con EL UNIVERSAL.
Cada peregrino recibirá una mochila con diversos utensilios, entre los que irá un recipiente especial para líquidos.
“En cada mochila va ese recipiente para que las personas que acudan a los distintos actos del Papa puede rellenar con agua potable. Esto significa que los peregrinos como los voluntarios podrán acudir a los puntos de hidratación”, indicó.
“Es esencial evitar el uso del plástico por cada persona. Por eso, el manejo de residuos es muy importante y no sólo para la juventud, sino para toda la población”, añadió.
El papa Francisco arribará mañana en horas finales de la tarde a la capital panameña y el miércoles emprenderá una serie de actividades de la JMJ que se prolongarán hasta el próximo domingo. Los actos centrales se llevarán a cabo en la Cinta Costera, una zona capitalina de áreas verdes y arterias viales frente a la bahía de Panamá, y allí están ya instalados más de 30 puntos de hidratación como dispensadores masivos de agua.
“Estamos cuidando la parte ecológica de la visita del Papa. Sin duda que es un asunto crucial como enseñanza para las nuevas generaciones”, afirmó el panameño Jorge Díaz, director de Logística de Sedes y Eventos del comité organizador de la JMJ.
En una entrevista en esta ciudad, Díaz relató que los cálculos más conservadores revelaron que más de 10.5 millones de botellas de plástico podrían quedar acumulados como basuras o desechos de varios días de concentraciones masivas humanas en torno a la presencia del Papa en la Cinta Costera.
“Queremos minimizar el uso de las botellas de plástico con centros de distribución de agua potable que garanticen el acceso al líquido, pero sin generar desperdicios ni contaminación”, explicó.
Cada uno de los bloques o puntos de hidratación contará con 16 grifos de despacho de agua: “Es una inversión multimillonaria. Hemos establecido una línea de manejo de desechos lo más amigable posible con el ambiente. Hay un gran número de voluntarios y todo esto va en coordinación con las políticas papales para desarrollar una cultura mundial de reciclaje“, aseveró.
“Y en esto, la juventud tiene una misión esencial a futuro en el manejo del agua”, recalcó.
Con centenares de miles de peregrinos provenientes de todo el mundo, la JMJ se realizará del 22 al 27 de este mes y en sus intensas labores previas ya transformó el rostro de esta capital, famosa por sus elevadas temperaturas.