IMPULSO/ Francisco Javier Estrada
El libro y el político
Los políticos deberían de entender que político sin lecturas, es un ‘político’ de poca duración en su carrera, y si dura, poco ha de dejar a su comunidad o pueblo donde tenga que ver con las cosas del Estado o de la sociedad.
Estoy seguro que atender textos de moda, o aquellos clásicos, deben ser parte de una cultura que le de base a su comportamiento en la política, en las cosas sociales.
El verdadero político debe contar que sus lecturas para quien participa en el asunto de la comunidad le han de permitir comprender mejor las cosas que suceden en su entorno y más allá. Pues leer libros es una de las formas más serias y profundas de crear seriamente la personalidad de un político y de que éste no solamente se mire el ombligo, pensado que con él, o con su grupo o clase social inicia y acaban los hechos de la praxis política.
Los libros son los grandes enseñantes de los últimos seis siglos. No debe, quien participa en las cosas del Estado, dejar de leer, el libro que el periódico titulado “Congresistas” propone en sus reseñas bibliográficas, escribo del texto llamado:
“Los 10 grandes inventos de la evolución” del escritor Nick Lane, y publicado por Editorial Ariel, dice la reseña al respecto que es una lectura: “Para aquellos lectores interesados en las disciplinas científicas estamos frente a una obra fascinante que nos conduce por la innovación humana y los grandes misterios de la naturaleza.”
¿Por qué un político debe leer estos libros?… me pregunto, y la respuesta tiene que ver con el apoyo que todo aquél que tiene intervención en las cosas sociales debe tener como prioridad, la obligación de querer, respetar y apoyar todo aquello que lleve a elevar la ciencia, como proceso de educación que mejora a sus conciudadanos.
Para un buen mexicano, y para todo aquél que desea el bien de su pueblo, no puede dejar a un lado de sorprenderse ante los avances científicos, que si son bien difundidos, han de traer nuevas generaciones de niños, adolescente o jóvenes a su comunidad o su pueblo.
Si con el pensamiento pequeño que todo buen político debiera de tener, de tal manera, que leer otro libro que propone el periódico referido, el titulado: “La ciencia desde niñ@ Porque el conocimiento también se siente”, de su autor Francisco Cordero, de editorial Gedisa. La reseña indica que el “Relato cuyo enfoque nos presenta una diversidad de actividades temáticas de la ciencia bajo un propósito, atraer a los niños y a las niñas hacia la ciencia teniendo como punto de partida su cotidianidad.”
¿Cómo decirles a los políticos que la ciencia importa. Que los países más avanzados son aquellos que a la ciencia le invierten mucho?…
Y si es necesario que el político lea sobre la Ciencia, también lo es que sus lecturas deben pasar por el tema de la economía. El periódico “Congresistas” refiere otro texto para su lectura: “Los grandes economistas.
Los diez economistas cuyo pensamiento cambió la forma en que vivimos.” Su autor, Phil Thornton, y la editorial se llama Crítica, los que sabemos de economía por lecturas, recordamos la célebre frase de John Maynard Keynes que más o menos dice así <<los políticos deberían de saber que gobiernan con teorías de algún economista que falleció hace siglos o décadas…” y sí, ciertamente los políticos no pueden huir de esta verdad.
Por eso pongo interés y reflexiono sobre la reseña que publica el periódico, que dice lo siguiente: “Obra que nos lleva por el pensamiento que ha moldeado durante los últimos 250 años el mundo en que vivimos. Un viaje cerca de las ideas cuyos sorprendentes efectos constituyen una realidad cotidiana que marca a nuestras sociedades.” Estemos atentos al leer este texto, pues si existe una materia en total bancarrota, esa es junto a la política, la economía.
: ¿Han sido los economistas, aún aquellos que han ganado el premio Nobel de economía año con año, los que han marcado el rumbo de la economía?
