IMPULSO/ Félix Morriña
La historia de “Un absoluto principiante” bowiano, seducido por una “sajona” de ADN latino, hablando de “Roma”
Te he traído durante la primera semana del año de un lado para otro, al grado de ya no querer ofrecerte más. No he querido recordar tu nombre, porque tu seductora mirada y desnudo delicado cuerpo posando en el suelo de un pasillo de un viejo departamento del altiplano mexiquense, me tienen ensimismado y no quiero saber más por ahora. En el fondo, sé que seguirás esperándome cada noche cerca de mi aposento, colgada al lado de mis otras artísticas reliquias, porque es tu lugar. Si ya no te fuiste ahora que la economía ahoga, no creo suceda después. ¡Llegaste para quedarte! ¡Cada mañana, como cada noche, deseo me acompañes en mi viaje por el limbo!
Te estás convirtiendo en mi cómplice directa, bella mujer modelo de piel y cabellos sajones, pero con ADN latino plasmada en cromógeno por el artista de la lente Iván Gómez Ortiz. Fuiste muda testigo de mi reposición de visado estadounidense y de cómo tuve que ingeniármelas para generar ingresos para los pagos de los servicios básicos de casa. También fuiste compañera durante el Día del Periodista, cuya casual velada se dio una vez que llegué al Centro Toluqueño de Escritores (CTE), donde la pasamos 10 puntos con los entes creativos que frecuentan el espacio y terminamos en el taller pictórico del camarada Arístides Ortiz para hablar del próximo programa en línea, en serio y en serie de los #SilenciosEstereofonicos en RadiOla, con Gerardo Lugo Plata y Sandra García, el cual empezará a finales de enero. ¡Ya les cuento conforme se acerque la fecha!
Hay mucho por contar en este acelerado inicio de año, y tú mujer sajona de ojos seductores con ADN latino, te enteraste de todo cuando hablaba por teléfono con mi Chrissie Hynde del altiplano mexiquense, mientras le contaba mis inquietudes emocionales terrenales. Sabes también que mientras escribo esta primera columna del 2019, este martes 8 de enero David Bowie cumpliría 72 años de nacido y el próximo jueves 10 de enero se cumplen tres años de su partida en Nueva York por cáncer. También se cumplen tres años de la salida al mercado de su última producción “Blackstar”, la herencia musical del Delgado Duque Blanco, como muchos le conocemos. Y para estos sucesos hay una excelente noticia: el día de su cumpleaños, todos sus seguidores podrán bajar una aplicación en Apple Store y Play Store para IOS y Android llamada “David Bowie Is”, como su exposición de objetos valiosos, instrumentos, distintos vestuarios, manuscritos, obras de arte originales, videos inéditos y muchas, muchas piezas importantes empleadas por Bowie a lo largo de su carrera. Dicha exposición abrió sus puertas al público en 2013 en el Victoria and Albert Museum de Londres, misma que cruzó el Atlántico para llegar a Nueva York para ser apreciada por sus fieles seguidores.
Para los que no lo saben, esta aplicación está guiada por la voz de uno de los actores más reconocidos del séptimo arte sajón y uno de los principales protagonistas del video de Bowie, “The Next Day”, el maestro Gary Oldman, quien fuera gran amigo del creador de los personajes Ziggy Stardust, Nathan Adler y el Delgado Duque Blanco, entre otros, que cambiaron la forma de ver el arte a nivel mundial. Y dentro de todo ese universo creativo de David Bowie, tengo en la cabeza desde hace dos semanas la rola “Absolute Beginners” (“Absolutos principiantes”), la cual me recordó la película del mismo nombre, dirigida en 1986 por Julien Temple, autor del ilustre documental punker sobre los Sex Pistols: “The Great Rock ‘n’ Roll Swindle”. A Temple no le fue nada bien con “Absolute Beginners”, pero la banda sonora es rescatable, sobretodo porque salió en disco sencillo el tema que da nombre a la película, en la que Bowie es pieza nodal. ¡Sólo por eso, es la rola que distingue esta entrega periodística!
¿Sabes una cosa bella mujer sajona con ADN latino?, momentos después de haber visto la película de Alfonso Cuarón, “Roma” (2018), el pasado domingo de Reyes con la ingesta de cuatro vasos de whisky, buena comida dominguera y el “niño atorado”, apretadito en su concha, estaban dándole dos Globos de Oro al cineasta mexicano, uno por Mejor Película Extranjera y el de Mejor Dirección, por parte de la comunidad reporteril que cubre la fuente de Hollywood. Me dio gusto por esos premios, por los que ya obtuvo y seguro por lo que seguirá ganando, entre ellos el Oscar, pero a este #ServibaryAmigo#DandyperoPunk #ElCinicoMayor no le pareció la octava maravilla del mundo, pero bienvenidos todos aquellos que deseen conocer parte de la historia urbana, clasemediera del México de los años 70. ¡Siguen apreciando las Mexican Curious!
Para alguien que vivió de adulto y/o creció en esa época, en la zona de la “defeña” colonia Roma, entre ellos la familia de este interlocutor, la película nos resulta una crónica cotidiana, un documental, una historia de vida “servil” bien contada, cansada para ojos propios, pero útil para extraños. Es una joya para nostálgicos y un digno referente sociopolítico para los demás. Coincido, como todos, en que la fotografía, las ambientación, los referentes (el encantador Teatro Metropólitan, entonces cine; las campañas para gobernador mexiquense de Carlos Hank González, en la entonces distópica marginal zona conurbada, ahora está peor, donde entrenaban los famosos Halcones, los golpeadores “asesinos” del sistema paramilitar mexicano del presidente Luis Echeverría Álvarez; así como los “Bochos” y demás carrocerías de la época; la música que escuchaban todos, pero se les asignaba despectivamente al servicio doméstico, entre muchos, muchos otros aspectos), hacen del filme, un valioso documento para analizar groso modo la forma de vivir de la clase media nacional, esa que sigue sin crecer y sigue pagando los trastos rotos a lo largo de la historia de este país.
En resumidas cuentas, “Roma” es para los amargados ácidos críticos, una telenovela de la época, hecha en blanco y negro para el séptimo arte de la actualidad, exhibida-proyectada para las plataformas digitales actuales, las mandamás del mercado. ¡“Aquí nos tocó vivir”, diría la doñita Cristina Pacheco en su mítico programa de televisión del mismo nombre!
Queridos lectores, no se desanimen, no se violenten, no hagan dramas innecesarios, sigan viviendo como mejor puedan y saquemos adelante, una vez más, a este ¡“Buey de la barranca”! ¡Salud y buen 2019! ¡Vámonos a la cama mujer de ojos seductores y ADN latino, que es momento de descansar!
“I’ve nothing much to offer/ There’s nothing much to take/ I’m an absolute beginner/ And I’m absolutely sane/ As long as we’re together/ The rest can go to hell/ I absolutely love you/ But we’re absolute beginners/ With eyes completely open/ But nervous all the same./ If our love song/ Could laugh at the ocean/ Just like the films/ There’s no reason/ To feel all the hard times/ To lay down the hard lines/ It’s absolutely true/ Nothing much could happen/ Nothing we can’t shake/ Oh we’re absolute beginners/ With nothing much at stake/ As long as you’re still smiling/ There’s nothing more I need/ I absolutely love you/ But we’re absolute beginners/ But if my love is your love/ We’re certain to succed/ If our love song/ Could fly over mountains/ Sail over heartaches/ Just like the films/ If there’s reason/ To feel all the hard times/ To lay down the hard lines/ It’s absolutely true”.
“No tengo mucho que ofrecer,/ No hay mucho que tomar,/ Soy un absoluto principiante/ Y absolutamente cuerdo/ Mientras estemos juntos/ Los demás pueden ir al infierno/ Te amo absolutamente,/ Pero somos absolutos principiantes,/ Con los ojos abiertos completamente,/ Pero nerviosos por igual./ Si nuestra canción de amor/ Pudiera volar sobre las montañas/ Podría reírse del oceáno/ Justo como en las películas,/ No hay una razón/Sentir los malos tiempos/ Marcar las líneas difíciles./ Es absolutamente verdadero/ No mucho podría pasar/ Nada podemos derribar,/ Somos absolutos principiantes,/ Sin mucho que apostar,/ Mientras sigas sonriendo,/ No necesito nada más,/ Te amo absolutamente,/ Pero somos absolutos principiantes,/ Pero si mi amor es tu amor/ Con certeza tendremos éxito./ Si nuestra canción de amor/ Pudiera volar sobre las montañas/ Navegaría sobre las angustias,/ Justo como en las películas,/ Si hay una razón/ Sentir los malos tiempos/ Marcar las líneas difíciles/ Es absolutamente verdadero”.