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Theresa May extiende la agonía del Brexit

IMPULSO/Agencia SUN

Ciudad De México

A solo tres meses del fatídico plazo del 29 de marzo de 2019, cuando el Reino Unido abandonaría la Unión Europea, la primera ministra Theresa May ha extendido la agonía del Brexit al retrasar la crucial votación de su pacto con la UE, mientras el gobierno británico se prepara a un escenario sin acuerdo.

A medida que crece la inestabilidad después de que largos meses de negociaciones entre Londres y Bruselas desembocaron en una propuesta de acuerdo insatisfactoria para casi todas las facciones políticas del Reino Unido, desde los favorables a una salida “dura” en el Partido Conservador de May hasta los que apoyan permanecer en la UE y el Partido Laborista, los empresarios británicos advirtieron que el país no está listo para un Brexit sin consenso con el bloque.

El martes, las cinco principales cámaras empresariales emitieron una declaración recalcando a los 650 miembros del Parlamento que “nadie quiere prolongar la incertidumbre, pero todos deben recordar que los negocios y las comunidades necesitan tiempo para adaptarse a los cambios futuros”.

En alusión a sus planes de contingencia, que incluyen almacenar mercancías y materiales, desviar flujos comerciales y sacar oficinas y fábricas de Gran Bretaña, el comunicado afirmó que la falta de avance en la Cámara de los Comunes implica que el gobierno no tiene más alternativa que acelerar sus preparativos en caso de una salida sin acuerdo con la UE.

“Es claro que simplemente no hay tiempo suficiente para evitar trastornos severos e interrupciones en solo cien días. Nos encontramos donde no deberíamos”, enfatizó.

El Tesoro canaliza 2,000 millones de libras adicionales a 25 departamentos del gobierno para el próximo año fiscal, a fin de alistarse al Brexit.

Las medidas incluyen la contratación de 3,000 agentes aduanales y el reclutamiento de cientos de efectivos fronterizos.

May suspendió la votación sobre su propuesta de acuerdo el 10 de diciembre, al saber que sería duramente derrotada por la oposición de los promotores de la salida “dura” a renegociar el acceso permanente al Mercado Único Europeo y la Unión Aduanera, que a fin de cuentas representaría permanecer en el bloque.

En particular, denunciaron el convenio de “respaldo” para evitar el regreso de una frontera “dura” entre la provincia de Irlanda del Norte e Irlanda, Estado miembro de la UE, ante la posibilidad de que Gran Bretaña salga sin un pacto comercial completo.

Una nueva votación se programó para la semana del 14 de enero de 2019.

Separar a Irlanda del Norte

Con Bruselas estipulando que el “respaldo” significa que Irlanda del Norte seguiría en la Unión Aduanera, gran parte del mercado único y el sistema fiscal de la UE, el Partido Unionista Democrático de Irlanda del Norte (DUP) y la derecha conservadora señalaron que esto potencialmente dividiría a los seis condados de la provincia del Reino Unido.

La primera ministra británica sobrevivió a un voto de no confianza de su propio partido Tory el 13 de diciembre. Con una participación de 317 legisladores, May ganó con 200 frente a 117 en contra.

Sin embargo, fue obligada a prometer al poderoso Comité 1922 del Parlamento que renunciará al mando Tory antes de la próxima elección general, prevista para 2022. También perdió el apoyo de los diez legisladores del DUP de los que depende su mayoría.

Más temprano, May resultó humillada una vez más por la UE, luego de una visita relámpago al premier holandés Mark Rutte, la canciller federal alemana Angela Merkel y el presidente de la Comisión Europea Jean-Claude Juncker, quienes rechazaron cualquier renegociación del pacto alcanzado el 8 de diciembre y sólo ofrecieron “garantías” de que Bruselas no intentará usar el “respaldo” para mantener a Gran Bretaña en la Unión Aduanera, si no se logra un convenio para conservar abierta la frontera irlandesa.

Sumando al caos político, el líder laborista Jeremy Corbyn presentó una moción de no confianza contra May el lunes, después de que aplazara la votación, al afirmar que el país se halla en “crisis nacional”.

El pacto con la UE, resaltó Corbyn, “no ha cambiado y no cambiará. La Cámara de los Comunes debe seguir adelante con la votación y considerar las alternativas realistas”.

A diferencia de un voto en contra del primer ministro, una moción de no confianza en el gobierno puede precipitar una elección general por adelantado si es apoyada por la mayoría de los parlamentarios.

El Partido Nacional Escocés (SNP), los demócratas liberales, Plaid Cymru y los Verdes intentaron forzar esa situación, tratando de enmendar la moción de Corbyn.

Según los observadores, el estancamiento y la “ambigüedad constructiva” de Corbyn en el tema han ayudado a abrir la posibilidad de un segundo referéndum sobre el Brexit, alguna vez impensable.

Mientras que se debate crear un nuevo partido centrista y un gobierno de unidad nacional entre los Tories que desean quedarse en la UE, el SNP, los demócratas liberales y los legisladores laboristas leales al ex premier Tony Blair, la Corte Europea de Justicia determinó que el Parlamento británico puede revocar unilateralmente el artículo 50 del tratado de la UE, con lo que terminaría el retiro y se mantendría la membresía.

El tribunal indicó que una carta de Londres al Consejo Europeo detendría el Brexit, si se recibe antes del 29 de marzo de 2019.

Chris Leslie, parlamentario blairita, calificó al fallo como “el momento para cambiar el juego” al facilitar un segundo “voto popular” tras cualquier rechazo legislativo al pacto de May.

No obstante, May aseguró que “otra votación causaría daño irreparable a la integridad de nuestra política, porque diría a millones que confiaron en la democracia que la democracia no cumple”.

Las encuestas muestran una leve mayoría en favor del referéndum y el triunfo del campo pro UE por estrecho margen, pero los riesgos son más elevados.

La campaña rumbo a la segunda consulta podría ser aún más xenofóbica y llena de odio que la primera, generando una sociedad británica más dividida de lo que ya se encuentra.

Frustrados, muchos darían la espalda a la democracia y—con el fantasma de los Chalecos Amarillos franceses asomando—otorgaría un notable impulso a los populistas antieuropeos de extrema derecha.

 

El autor agradece a todos los que han contribuido a esta columna por sus ideas y sugerencias. ¡Feliz Navidad y próspero año nuevo!

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