IMPULSO/Agencia SUN
Sinaloa
Diego Maradona hizo su espectáculo. Los Dorados vencieron 1-0 al Atlético San Luis, en la final de ida del Ascenso MX, y el entrenador argentino salió expulsado por reclamos al árbitro.
Sin demostrar mucho talento dentro de la cancha, Edson Rivera encontró un balón, al minuto 75, en un centro que se perdió en el área potosina y terminó en gol.
Una ventaja que no asegura el título para los Dorados, mucho menos con el espíritu —Maradona— desde las gradas para la vuelta del domingo.
Mario Humberto Vargas mandó a Diego a las regaderas por un fuerte reclamo de un supuesto penalti sobre Vinicio Angulo. El argentino hasta se encaró con Alfonso Sosa, técnico del Atlético, quien aguantó un sinfín de insultos del campeón del mundo.
Con esa facha, sin estética, los Dorados están a 90 minutos de ser campeones.
El San Luis tuvo el control la mayor parte del duelo. Mientras el cuadro de Sosa creaba futbol, Maradona, inquieto en el banquillo, manoteaba, gritaba y pataleaba. Muchos berrinches, poca táctica.
Pero los Dorados de Diego no necesitan estrategia para ganar, con todo y que su rival era mejor en cada sección de la cancha.
Los potosinos tuvieron las dos acciones más peligrosas en la primera mitad, de esas que se escucha el grito de “¡Gol!”, pero termina en lamento.
El portero Gaspar Servio salió en falso y dejó su meta descuidada; el balón le cayó al pie de Fernando Madrigal, quien mandó un disparo directo al travesaño. Maradona suspiró.
Antes del descanso, Nicolás Ibáñez, completamente solo ante la salida del arquero argentino, voló el esférico a las gradas. Ni el delantero, Alfonso Sosa o cualquier otro jugador del Atlético comprendieron la falla que los ponía arriba en el marcador.
Y lo que no pudieron hacer los potosinos en las oportunidades otorgadas, los sinaloenses lo lograron en la única que tuvieron.
Edson Rivera saltó y con la punta de su pierna derecha empujó el balón al fondo de las redes de Felipe Rodríguez. Suficiente para la ventaja.