IMPULSO/ Miguel A. García
Toluca
El Estado de México cuenta con un padrón de más de siete mil farmacias, de las cuales, a la fecha, la Comisión para la Protección de Riesgos Sanitarios (COPRISEM) ha capacitado un total de cuatro mil 300 personas que allí laboran en el manejo y asistencia de la dispersión de medicamentos.
De acuerdo a Luis Eduardo Fourtul Solorzano, representante de la COPRISEM en el estado, esta instancia trabaja en que estos espacios cumplan con los requisitos de infraestructura, equipamiento y movilidad para la buena prestación de sus servicios de consulta.
Con ello, en este 2015, se realizaron más de dos mil visitas de verificación a farmacias con la finalidad de fortalecer el giro; durante las visitas se constata que los productos que son puestos en venta sean de legal procedencia.
A la par, deben de contar con los registros sanitarios correspondientes, caducidad vigente y que se encuentren almacenados en óptimas condiciones sanitarias.
Fourtul Solorzano destacó la importancia de tener una responsabilidad compartida entre autoridades sanitarias, comercializadores de medicamentos y profesionales de la salud al asegurar que la farmacovigilancia no es un tema nuevo.
“Todos somos usuarios de medicamentos, por ello, la importancia de tener un comportamiento estrecho, seguridad y calidad que se ofrece a los usuarios”.
Tan sólo en los últimos tres años, ha enviado esta instancia un total de dos mil 963 casos de reacciones adversas a medicamentos al Centro Nacional de Fármaco Vigilancia.