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COMENTARIO A TIEMPO

IMPUSO/Teodoro Rentería Arróyave

EL DOCTORADO Y LA DEFENSA DEL PERIODISMO

A los miembros del Claustro Académico con mi agradecimiento sincero: Rector y decano, Francisco Javier Espinosa Romero; decanos: Rodolfo Ricaño Uribe, José Manuel Muñoz Gómez, Álvaro Vergara Villanueva, José Adalberto Gama, Arrollo, Mary Carmen Hernández Gatica, María Fernanda Corrales Martínez y José Javier del Castillo Martínez, mi padrino de doctorado. 

CUERNAVACA, MORELOS. Continúanos con el discurso que pronunciamos con motivo de la investidura del Doctorado Honoris Causa que me otorgará la Universidad Intercontinental:

Ya en la carrera, en la Escuela de Periodismo “Carlos Septién García”, primero permítanme decirles, que se me ocurrió crear la Primera Semana de la Comunicación, ahora tan en boga en todas las escuelas de la materia, como la que ahora nos ha convocada esta ilustre Universidad Internacional.

Escuela conventual al fin, de la que guardo recuerdos inolvidables que me formaron, me expulsaron según directivos por comunista. Desde luego no conocían la frase que se hizo célebre en esas décadas de los treinta a los setentas: “Joven que no es comunista o de izquierda no es joven ni se respeta”.

Resulta que entre los intelectuales que invitamos a esa Primera Semana de la Comunicación, fue el gran filósofo del derecho, el hispano-guatemalteco-mexicano, quien se permitió decir, después de trazar unas rayas en el pizarrón para explicar el árbol genealógico de Cristo, que el nacido en Belem, sólo tenía unas cuantas gotas judías y eso para que se cumpliera la profecía.

Por esa expulsión, nació la Revista “Libertas”, que ahora ya en su versión cibernética, cumple 62 años, los mismo que tengo de ejercer el periodismo bajo la égida de la verdad y el compromiso con la sociedad.

En el primer de número de “Libertas, para todo el mundo”, septiembre de 1956, tenía 19 años, se publicó mi primer artículo titulado: “los Rusos no son Imbéciles”. Fue una réplica a un artículo del Semanario “La Fe”, ahora “Desde la Fe”, vocero oficial de la arquidiócesis de México.

Excuso decirles el escándalo que armamos, a tal grado que nos mandó llamar el arzobispo primado, Miguel Darío Miranda y Gómez, mismo que no quiso regañar, le preguntamos si nos había leído, honesto, contestó que no. Le dimos la Revista, leyó algunos párrafos y nos propuso: Ustedes no se vuelvan a meter con la Iglesia y yo arregló para que regresen a la Escuela a terminar la Carrera. Cumplió el jerarca. Nosotros como periodista, desde luego que no. Cuando tenemos que denunciar algo de esa iglesia o de otras, de sus ministros y sacerdotes como periodistas tenemos que publicarlo o difundirlo. De otra manera sería traicionar el principio básico del periodismo y de la comunicación.

En esa mimo año, ingresamos a la radio, luego a la televisión y la prensa diaria, en Excélsior cooperativa, por muchos años, fuimos primera plana con nuestro “Comentario a Tiempo”, que a la fecha, sin fallar escribimos y difundimos diariamente.

Desde “INFORMEX, la primera agencia noticiosa mexicana” del respetado licenciado Álvaro Gálvez y Fuentes, el inolvidable “Bachiller”, hoy por hoy el más grande comunicador en la historia del país, incursione en la lides gremiales, como secretario del trabajo. Por cierto está presenta su hija Marina Gálvez, heredera del talento de su padre.

Desde entonces, nadie me puede refutar que como director primigenio del Instituto Mexicano de la Radio, IMER; de la División Noticias del Núcleo Radio Mil, de la Dirección de Noticiarios y Comunicación Humana de Grupo ACIR y otros puestos directivos siempre luche para que mis colaboradores tuvieran lo más altos sueldos. CONTINUARÁ.