IMPULSO/Agencia SUN
Ciudad De México
Luego del revuelo causado por la difusión de imágenes junto a Irina Baeva, el actor Gabriel Soto se decidió a hablar y reveló las razones que lo llevaron a divorciarse de Geraldine Bazán, madre de sus dos hijas.
En entrevista con varios medios de comunicación, Soto mostró su molestia ante los comentarios agresivos que ha recibido tras ser captado con Baeva, a quien se ha señalado como la culpable de la ruptura entre el actor y Bazán.
“Basta de insultar”, pidió Soto, quien comentó que la gente juzga sin saber cómo fueron las cosas. “Les recuerdo que la vara con la que mides y con la que juzgas es la misma vara con la que serás juzgado, entonces realmente ya basta de tanto insulto”.
Aunque dijo que no le gusta hablar de su vida privada, comentó que fue orillado a dar su versión de los hechos “porque se ha especulado mucho, ustedes saben que mi relación con Geraldine de 10 años fue de muchos altibajos y que lo que me llevó a mi divorcio, y lo digo categóricamente, fue toda la difamación, toda esta situación en la que me había encontrado, todas estas especulaciones”.
Soto profundizó acerca de las motivaciones para separarse de Geraldine y expresó:
“Cuando llega un momento en que en una relación no hay confianza, no hay paz, no hay felicidad, donde después de meses estar intentando, rogando, diciendo que por favor me crean, que por favor esté a mi lado en una situación delicada, donde llegas a tu casa y todo el tiempo es estar discutiendo, peleando, donde no hay paz ni felicidad, es evidente que va a tener que llegar un divorcio, una separación. Eso fue lo que pasó en mi caso. No hubo tercera personas, aquí los únicos involucrados en el divorcio fuimos Geraldine y yo”.
Geraldine Bazán sorprendió esta semana con un comentario que hizo en Twitter en el que expresó:
“En el momento en que el padre de mis hijas tenga como pareja a una buena mujer, inteligente y decente será el momento en el que conviva con mis hijas, NO es el caso aún”.
De inmediato se tomó ese mensaje como si estuviera dirigido a Irina Baeva.