Enero 11, 2025
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Cuando el alcohol se apropia de un set cinematográfico

 

IMPULSO/ Agencia SUN

México D.F

Esta es la historia de un brillante arquitecto y estupendo en su trabajo, pero a quien las relaciones sociales y amorosas no se le dan y debe recurrir a una pacha mágica para tomar valor y sacar su alter ego, completamente opuesto a su personalidad. 

 

Luis Arrieta es el primero y, Luis Ernesto Franco, interpreta al otro, en la comedia “Malacopa”, cuyo rodaje se realiza en locaciones del Distrito Federal. 

“Trata el tema de las adicciones, que el alcoholismo y poner con sentido del humor, es complicado”, señala el director del filme, Armando Casas. 

“Un malacopa es alguien que no puede controlar su forma de beber y, lo que uno no hace por personalidad, el otro sí de manera divertida, carismática, atrevida, a quien le gustan las chavas”, agrega el también director de “Un mundo raro”. 

Arrieta (Paramédicos y Tiempos felices) aclara que en esta ocasión las risas no recaen en su personaje, sino en la de los demás. 

“Soy el introvertido y, en varias escenas, no hablo”, indica mientras se prepara para ir al set. 

“La comedia ahora no la llevo yo, aunque poco a poco se va soltando el personaje”, añade el histrión. 

Ya en el set, la escena va así: la cámara enfoca a los dos Luis caminando por un pasillo y, al llegar a la oficina donde habrá una junta, Arrieta se queda afuera, observando, mientras que Franco ingresa a la misma, siendo efusivo al presentar un proyecto, tras lo cual hay un fuerte aplauso. 

“La convención”, detalla Casas, “es que los dos personajes conviven, están juntos, pero cuando solo aparece el de Luis Ernesto, es para saber cómo cuando uno no se acuerda de lo que hizo la noche anterior”. 

Producida por El Chilito Enmascarado Films de Eric Arcos, también autor del guión, “Malacopa” requirió de una preparación de varias semanas para encontrar las locaciones. 

Se necesitaba un lugar para recrear oficinas, con estilo japonés, y la productora encontró el apoyo de Agnico-Eagle México quien les prestó dos pisos de un edificio en Naucalpan, con 600 metros cuadrados libres. 

Con ello se ahorró casi medio millón de pesos, que habría requerido la renta promedio de un foro. 

“Fueron seis semanas de ver lo que podía servir, queríamos oficinas de primer mundo y no por ser moderno o actual, sino porque funcionaba teniendo que el personaje trabaja en una empresa japonés con oficinas en México”, señala Connie Martínez quien, junto con Christian Gallardo son responsables del diseño de producción. 

El también cineasta Alfonso Arau (Como agua para chocolate) regresa como actor, tras treinta años alejado frente a cámara, interpretando al papá de Arrieta y el cantante Yoshio, figura en los ochentas con temas como “Reina de corazones”, hace lo mismo, pero siendo del personaje encarnado por Tamara Mazarraza. 

Cuenta con los beneficios del artículo 189 que permite a las personas morales destinar el 10 por ciento de su Impuesto Sobre la Renta a cintas mexicanas. Su estreno estaría listo para el segundo semestre de 2016.

 
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