IMPULSO/Agencia SUN
Jalisco
Esto no es un día de campo aunque se desarrolle en el Parque Montenegro. El drama silencia el rugido de los dos mil asistentes del BMX Vans Pro Cup.
En el fondo de una de las albercas del skatepark, el estadounidense Jamie Cooper Ellis se encuentra inconsciente. Su cuerpo impactó con el concreto después de ejecutar un salto con su bicicleta que se enredó con sus piernas a causa del accidente.
Boca abajo, con la barbilla sobre el hirviente cemento de las tres de la tarde, el rider recibe el primer auxilio. Estabilizan su cuerpo, pero sin que recobre el conocimiento. En menos de 30 segundos está rodeado por compañeros como el mexicano Kevin Peraza y un par de paramédicos que ahora tratan de reanimarlo.
La camilla rígida es retirada… Han pasado cinco minutos, pero ya no es necesaria. Cooper logra sentarse al tiempo que lo vendan para detener la sangre que escurre arriba de su oreja izquierda. De a poco, con las piernas tambaleantes de un venado recién nacido, el rider se pone de pie para que el skatepark Montenegro ruja de nuevo por ver que está bien.
El peligro siempre se sube a la bici, el accidente de Jamie es testimonio de la idiosincrasia del BMX, deporte extremo que en Tokio 2020 hará su debut en Juegos Olímpicos. La angustia pasa. Competidores, organizadores y asistentes no niegan que por la mente se atraviesan pensamientos de fatalidad que por fortuna se derrumban cuando el atleta se levanta.
“Esto es parte de nuestro deporte. Sabemos los riesgos que corremos pero tratamos de no enfocarnos en eso porque perdemos el enfoque. Lo primero es saber si un compañero está bien, luego ya lo sacamos de nuestra cabeza”, dice el australiano Jason Watts, ganador de la etapa en Guadalajara por segundo año consecutivo.
Watts demostró en sus tres rondas una mayor fluidez y espectacularidad en su actuación. Aprovechó los espacios de las albercas del escenario para deleitar a los dos mil asistentes al parque Montengro.
El hombre de cabello dorado y sonrisa cincelada se divierte en la bicicleta. Sobre ella es impredecible. Traza líneas tan puras que las rudas y su cuerpo son comunión. Hay una razón por la que sigues leyendo tanto de él…. Realmente es tan bueno como parece.
“Fue una gran exhibición, de verdad todos los que estuvimos aquí pudimos disfrutar de una de las mejores actuaciones probablemente de su carrera”, dijo el mexicano Kevin Peraza. La Vans BMX Pro Cup reúne a los ciclistas más atrevidos cuatro veces al año para triturar algunas de las mejores bowl de concreto del mundo.
El español Sergio Layos se quedó con la segunda plaza. Boyd Hilder completó el podio tapatío que de nueva cuenta demuestra que Guadalajara es la capital del BMX en México.
Cooper fue trasladado al hospital donde recibió cinco puntadas. Este lunes volverá a montar su bicicleta como lo hace cada día.