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Desde las alturas

IMPULSO/Arturo Albíter Martínez

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– Los verdaderos priistas tenemos que “refundar” el partido: Carolina Monroy

– El PRI tiene tiempo para reconstruirse en la entidad y el país.

– La elección de candidatos en la elección pasada fue con lo mejor que tenían para enfrentar el proceso.

El PRI cuenta con el tiempo suficiente para reconstruirse, el año entrante, con la dirigencia nacional firme y que dé línea a los presidentes de los comités estatales, será posible avanzar y trabajar sobre una reestructuración en la que se tome en cuenta un posible cambio de nombre o de colores.

Hace unos días comentamos una parte de la entrevista con Carolina Monroy, ex presidenta del CEN del PRI, en la que reconocía que el Tricolor atravesaba una crisis gravísima, pero más adelante afirmó que se cuenta con el tiempo suficiente para reconstruir su instituto político.

En el Estado de México, al comentar sobre la selección de candidatos, debemos recordar que ella buscó la Presidencia Municipal de Metepec, explicó que se buscaron los mejores cuadros porque el partido enfrentó la contienda con la idea clara de ganar la mayoría de los espacios.

Explicó que, durante su paso por el partido, en todo momento se ha escuchado en infinidad de ocasiones la queja principal que tiene que ver con la imposición de candidatos.

Esa postura, dijo, va a prevalecer siempre que un grupo o actor político no sea favorecido con la candidatura, algo que es natural, “humano”, y se comprende.

Aunque de igual forma reconoce que en esta ocasión se llegó a la campaña con un deterioro institucional previo de muchos años, donde poco a poco se fueron perdiendo espacios, votación y respaldo popular, “así se observó en dos elecciones previas a la presidencial”.

El resultado, la peor derrota en la historia del partido, aunque deja enseñanzas, y para los verdaderos priistas “nos deja una tarea, a los priistas que nos emocionamos y que hemos trabajado con dignidad por el PRI nos deja la tarea de refundar el partido”.

Cuando Carolina Monroy busca ser candidata a la Gubernatura del Estado de México, rompió con las formas que regían al priismo en el país y con la máxima del líder cetemista de “el que se mueve, no sale en la foto”. Adelantándose a todos los aspirantes y sin más anunció su deseo por ser la candidata.

Reconoce que rompió un modelo, un paradigma, un estilo, pero que el modelo de selección era algo empolvado y eso para los que se han dedicado al servicio público y la política a lo largo de tantos años, con un posicionamiento respetable les da el derecho de levantar la mano, “estoy siendo congruente entre lo que digo y lo que hago”.

Desde su óptica jamás ha transgredido los límites del respeto institucional, pero expresando un anhelo que tuvo en ese momento, y menos aún ha pensado en una posible deslealtad a su partido a partir de ese acto.

Sobre la derrota expone que le desea mucho éxito al presidente electo Andrés Manuel López Obrador, porque así le va bien a México; de su éxito depende el bienestar de millones de mexicanos.

Finalmente y al hablar de las traiciones en el PRI, la ex candidata por Metepec comentó en un primer momento que no tiene la forma de señalar a alguien y en cambio explicó que el partido busca la inclusión y sumar.

Pero también reconoció que es verdad que “la condición humana individual a veces se vuelve inmanejable” pero es en un nivel personal, y debemos entender que con acciones de ese tipo se traiciona a la militancia que si confía en el partido y eso es lo imperdonable.

Mientras la ex presidenta nacional del CEN del PRI explicó que las dirigencias estatales deben renovarse, en el Estado de México el cambio de dirigencia es un asunto vital, el todavía líder Ernesto Nemer con un pie fuera y al parecer contento porque le reconocieron el “enorme esfuerzo que hizo durante la campaña” ya es el coordinador de la bancada priista en San Lázaro.

Quien quede en su lugar va a tener un gran trabajo por delante y mientras aspirantes van y vienen, la mayoría con una imagen desgastada y algunos más su postulación que parece más una broma, la militancia se mantendrá a la espera de la designación.

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