Agosto 15, 2024
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Desde las alturas

IMPULSO/Arturo Albíter Mtz

Lo menos que le han dicho a Omar Velázquez, ex dirigente del SUTEYM, es “traidor”

– Pasarán varios días para que la ley del ISSEMYM sea publicada en la Gaceta de Gobierno y podamos enterarnos de lo que con tanta prisa los priistas tenían que aprobar.

– Lo menos que le han dicho a Omar Velázquez, ex dirigente del SUTEYM, es “traidor”.

– A puerta cerrada, dirigentes del Sindicato de Trabajadores del Estado se reunieron para discutir el tema, cabe destacar que la mayoría no apoya la ley.

 

Al día siguiente de haber aprobado la llamada ley del ISSEMYM, las cosas no están muy tersas en el Comité Estatal del Sindicato de Trabajadores del Estado y Municipios, la mayoría de los integrantes de este organismo mostraban su inconformidad con lo que había pasado.

El manejo y aprobación de la ley fue tan sigiloso que en el mismo SUTEYM los líderes no sabían a ciencia cierta qué fue lo que decretaron los diputados un día antes, lo que parecía un hecho es que la mayoría de los que conforman el pleno iban con la idea clara de velar por quienes les han dado la confianza y expresar su rechazo.

Lo que parece un hecho que es pocos saben en realidad lo que se aprobó en la Legislatura al cien por ciento y seguramente será posible conocerlo hasta que salga publicado en la Gaceta del Gobierno.

Aunque ayer buscamos el documento, nos comentaron que no tiene día de publicación porque, luego de que pasar por el Congreso, se tienen que reunir varios requisitos para posteriormente proceder a su aparición.

Lo que también es un hecho es que en la misma Gaceta aparecerá un transitorio donde anotan la fecha a partir de la cual entra en vigencia la ordenanza, y puede ser desde su aprobación hasta un determinado periodo luego de su publicación en este medio, por lo que no es posible saber en qué momento estará disponible. Hasta entonces, se podrá leer lo que aprobaron los legisladores en una sesión llena de cosas raras, fue de esas sesiones en las que no están todos los que deben y sólo se reunieron los necesarios para contar con mayoría.

Sólo basta conocer los detalles, fue una sesión a la que, extrañamente, llegaron todos los legisladores del PRI, incluido el mismo Omar Velázquez, presidente del actual periodo de sesiones y ex dirigente del SUTEYM. Faltaron 16 diputados, incluidos algunos de Morena, PAN, PRD y Movimiento Ciudadano.

Todo estaba pactado para que pasara por mayoría, ni pensar en la unanimidad, situación que le da una mayor legitimidad a la ley. En esta ocasión, a los del Verde y PANAL los convenció “algún” argumento que sólo ellos conocen.

Los que no fueron deben tener un pretexto muy válido para faltar a una sesión que parecía importe, aunque parece evidente que será difícil conocer los pretextos que tuvieron.

Luego estaba presente uno de los que, se supone, había sido reconocido por su paso en la dirigencia del SUTEYM, Omar Velázquez. Este Legislador no sólo había sido líder del sindicato, ha tenido otros muchos nombramientos con los que supuestamente defiende los intereses de los trabajadores, sólo para darnos una idea: Presidente de la Coordinadora Latinoamericana de Trabajadores de los Servicios Públicos, Secretario General de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio de los Gobiernos de los Estados, Municipios e Instituciones Descentralizadas de los Estados Unidos Mexicanos, Presidente de la Confederación de Trabajadoras y Trabajadores de América y Presidente del Congreso Laboral del Estado de México.

Todo eso y al señor, que, por cierto, perdió recientemente en la elección pasada y fue candidato a diputado federal, no le importó hacer algo tan básico como informar a los trabajadores lo que estaba pasando, por el contrario, fue parte de la aprobación. Quizá luego de septiembre lo volvamos a ver en alguna posición gubernamental o de partido. Por algo, desde ese momento, lo que menos le han dicho y gritado es “traidor”.

Pues la ley está aprobada y viene la segunda parte para las autoridades, minimizar o desestimar cualquier intento de protesta y, al menos parcialmente, escuchar todas las bondades de dicho ordenamiento.

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