IMPULSO/ Miguel Á. García
Toluca
: Los principales afectados son los menores de edad, quienes reproducen las conductas violentas de los programas.
“Los contenidos de la programación de televisión abierta incitan a los menores de edad a la práctica del “bullying”, manifestado por los niños en los diferentes ámbitos en los que se desarrollan, ya sea el escolar, familiar o social”, afirmó la conspicua especialista de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma del Estado de México, Alejandra Pamela Rodríguez Espinosa.
De acuerdo a la brillante académica, la televisión, específicamente los programas de lucha libre americana y las caricaturas, influyen en el comportamiento de los infantes con sus pares. Según estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), abundó, “cada niño mexicano pasa un promedio de cuatro horas diarias frente a la pantalla chica, tiempo en que recibe cientos de estímulos que se reflejan en conductas agresivas”.
Los ataques, refirió la investigadora, una vez llevados al terreno de la realidad cotidiana, se dividen en verbales, físicos, psicológicos y sociales. Los del primer tipo consisten en insultos, apodos o difamaciones, mientras que los físicos son visibles con rasguños, golpes o empujones; los psicológicos son expresados al hacer menos a una persona, situación similar a los de tipo social, que es cuando se excluye o rechaza a alguien de un círculo o grupo de personas.
La televisión, dijo, es un factor mediático que favorece el “bullying”, que ocasiona que los niños entren en dinámicas que delinean la sociedad actual, donde sobreviven a la ausencia de los padres -que trabajan tiempo completo-, a la inseguridad de las calles, a las “nuevas tecnologías como el internet y los videojuegos”, entre otros factores.
La mayor parte de la programación televisiva de nuestros días contiene temas de orientación antifamiliares, además de escenas de sexo, violencia, bromas denigrantes y comerciales no aptos para niños.
: La mayoría de las caricaturas o dibujos animados están llenos de violencia y carentes de contenido útil y educativo, muestran estereotipos de violencia, acoso y abuso.
: La familia es un factor determinante para prevenir las acciones violentas entre los niños, por lo que criticó la “falta de cultura saludable con respecto a lo que consumimos diariamente en los medios masivos”.