Julio 16, 2024
Clima
8°c Máxima
8°c Mínima

Que viene para el Gobernador Del Mazo

IMPULSO/Marco A. Rodríguez Blásquez*

Artículo

Esta colaboración tiene la intención de compartir una reflexión de los posibles escenarios que podrían darse después de las elecciones del primero de julio y, al mismo tiempo, comentar algunas medidas que permitieran amortiguar los efectos de la oposición legislativa mexiquense, misma que cambiará el mapa político del Estado de México.

A fin de ubicarnos en el entorno nacional actual y asimilar lo que podrá venir, resulta ilustrativo hacer referencia a anteriores elecciones presidenciales en las que, a diferencia de ésta, en la que triunfó AMLO, no se había dado una sensación de riesgo, la cual ha permeado entre la población, generando temor e incertidumbre de cómo gobernará el futuro Presidente de México.

La votación con Salinas de Gortari, con el estigma del fraude electoral, fue de 51%, Ernesto Zedillo triunfó con 49% y con Vicente Fox, primer presidente de oposición, ganó con 43 % de los votos. Con sólo 35% de la votación, triunfó Felipe Calderón, y el Presidente Peña Nieto lo hizo con 38%. AMLO se impuso en 31 de los 32 estados, sólo perdiendo en Guanajuato, obtuvo más de la mitad de los cargos de elección popular, 58% federales, y ganó en 12 de los 27 congresos locales. La concentración de poder político la tendrá una sola persona, el próximo Presidente de México.

El Estado de México, la entidad federativa que más votos aportaba al partido en elecciones presidenciales, fue reducida a su mínima expresión en esta contienda, perdiendo municipios que eran bastiones del priismo, incluyendo a dos de los emblemáticos, Toluca, la capital, y Atlacomulco, cuna de gobernadores.

No es intención, por lo menos en este artículo, entrar en un análisis de las causas que originaron la debacle en esta entidad. No entendieron o no quisieron entender los estrategas priistas y del Gobierno que en la selección de candidatos debieron optar por otros perfiles, caras nuevas que garantizaran un papel decoroso en la votación, en lugar de seleccionar perfiles reciclados que en su mayoría fueron derrotados en las urnas.

Ante lo negativo del escenario para gobernar, Alfredo Del Mazo tendrá que enfrentar a los integrantes de un Congreso que será oposición. ¿Qué hacer ante la abrumadora oposición legislativa que sancionarán sus iniciativas, incluyendo la aprobación del presupuesto para el ejercicio 2019? ¿Cómo contrarrestar la desigual competencia en el Congreso Local?

Es esta realidad a la que se enfrenta el Gobernador mexiquense, quien representa una generación de políticos jóvenes. Un panorama adverso en el que tendrá que actuar con sensibilidad política, liderazgo y claridad de rumbo, que, al mismo tiempo, le dará una oportunidad para ganarse la aprobación ciudadana, pero ésta estará condicionada al cumplimiento de los compromisos que hizo durante su campaña política.

De lograr posicionarse Del Mazo, podría ser quien alinee a los gobernadores de su partido en el reagrupamiento de la militancia nacional.

Dos medidas podrían ser útiles, primero: Construir “puentes” con integrantes de la nueva Administración federal, lo que le permitiría atemperar la actitud de la oposición y no estar sujeto a los intereses de ésta. Tradicionalmente, se ha negociado con los legisladores de oposición a base de dinero, sin embargo, ante las circunstancias actuales, la práctica del “billetazo” no garantizaría llegar a acuerdos. De allí la importancia de buscar interlocutores con AMLO que tengan credibilidad, decentes, honestos, no “grillos”.

Esta medida tuvo éxito cuando Arturo Montiel definió la agenda como gobernador electo frente a una oposición intransigente, ello a través del apoyo proporcionado por la lideresa nacional del PRD, Amalia García, quien tuvo un papel importante en la búsqueda de acuerdos con la oposición mexiquense.

Segundo: Deslindarse de compromisos cuyas facturas ya fueron pagadas e integrar a su equipo a quienes garanticen eficiencia en la operación política y construyan acuerdos con la oposición. Urge el cambio en la dirigencia del CDE del PRI y convendría que, además de contar con políticos experimentados, se incorporase a jóvenes a quienes se les den gradualmente mayores responsabilidades.

*Director de BGC Consultoría Estratégica.