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La falta de crecimiento económico, la insuficiente generación de empleos y su precarización, el nivel de endeudamiento, la pobreza, la desigualdad y la inseguridad, corrupción e impunidad, son temas no desconocidos para el Presidente electo del país, aseguró el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
“Debe tener en consideración que la población espera una respuesta a sus históricas demandas, como un país más desarrollado con mejores niveles de bienestar y por ende con menor pobreza, un país seguro, libre de corrupción e impunidad y con claras reglas del juego que estimulen la inversión y el empleo”, informó.
Los avances hechos hasta el momento para mejorar sustantivamente el bienestar de los hogares han sido insuficientes, consideró el organismo empresarial.
Por ejemplo, en los últimos 24 años, la economía mexicana se expandió a un ritmo promedio anual de 2.5%. Y para crecer más se requiere de mayor inversión, abundó.
“Incrementar el acervo de capital es indispensable para generar los empleos de calidad que contribuyan a mejorar el bienestar de los hogares. Actualmente, la inversión pública se encuentra en sus niveles más bajos de los últimos 70 años como porcentaje del PIB, en tanto que la privada, si bien ha aumentado su participación para compensar la debilidad de la inversión pública, es claro que también necesita un mayor impulso a través de un mejor entorno de negocios en el que prive la seguridad y reglas del juego claras”, dijeron.
En materia de empleo se requieren 11 millones de puestos de trabajo formales de tiempo completo y atender las necesidades de casi un millón de personas que cada año se integran al mercado de trabajo. Además, se debe considerar la precarización del mercado laboral, porque hay 8 millones de personas que ganan menos de 2 salarios mínimos diarios.
“Un tema que deberá atenderse con eficiencia es la salud de las finanzas públicas, que mucho han tenido que ver con la imposibilidad de reducir la desigualdad. La deuda total del país habrá aumentado 83% en el sexenio, es decir, casi 5 billones de pesos”.
El CEESP informó que es fundamental instrumentar medidas concretas para mejorar la eficiencia en la asignación de los recursos, porque “hasta ahora la calidad del gasto no ha reflejado un beneficio real para las familias”, al contrario se observan los mismos niveles de desigualdad en los últimos años.
Sin embargo, “la mayor exigencia de la población se centra en la necesidad de un ambiente de seguridad libre de corrupción e impunidad, porque esto ha llevado al país a registrar niveles de violencia históricamente altos. El temor de las personas de sufrir un acto violento, aunado a la desconfianza en las instituciones encargadas de la seguridad pública, se reflejan en la información recopilada por el INEGI”, lo que muestra que debe atenderse como prioridad. Fuente: Agencia SUN