IMPULSO/Teodoro Rentería Arróyave
Don Saúl Uribe, Ejemplo de Vida
Primera Parte
A don Saúl Uribe Ahuja, lo conocí tarde, escasos tres meses antes de que cumpliera sus primeros 90 años de edad -11 de junio de 2018-, sí, fue un retraso involuntario, porque este personaje es de esa estirpe de mexicanos, que en lo personal, es todo un gusta y honor coleccionar, en el término más excelso de la palabra.
El vocablo es exacto, ya que todos tenemos la debilidad de coleccionar cosas bellas que nos gustan, desde simples objetos hasta joyas, desde lacónicos volantes hasta los libros más conspicuos y grandiosos.
Cuando se trata de seres humanos, el momento de la química que se da entre dos o más es sublime por todos conceptos. Por algo uno de nuestros libros se titula: “Mi Vida Son Mis Amigos”.
Un hombre que sufre la traición por ambición de seis de sus ocho hijos, después de haber sufrido una operación de carótida y dos embolias cerebrales, que tiene que usar, desde hace más de 6 años, silla de ruedas, ayuda personalizada, inclusive porque su voz se hizo tenue, y no se arredra y de ninguna manera está postrado,
Un hombre que es el propietario de la Hacienda de San Francisco de Ocotepec de Apan Hidalgo, misma que perteneció a la Heroína Libertaria, Leona Vicario, que la heredara de su padre en 1950, que la preserva como lo que es un patrimonio histórico-cultural de nuestro México y que la ha y la sigue enriqueciendo con obras de arte: pinturas, esculturas, mobiliario, vajillas y más de la época, así como muebles con madera de sabino construidos por artesanos en la propia carpintería de la casona,
Un hombre que lucha por la preservación del Acueducto de Zempoala, que los lugareños lo bautizaron como Acueducto Tembleque en honor de su constructor en 1572, el Padre Francisco Tembleque, que gracias a sus esfuerzos y apoyado por un patronato que preside, lograra que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, UNESCO, el 5 de julio de 2015, lo declarara Patrimonio de la Humanidad,
Hombre que a su edad sigue asombrando a catedráticos, investigadores y estudiantes de las escuelas de educación superior, en especial de la Universidad Autónoma de Estado de Hidalgo, UAEH, por su sabiduría y erudición,
Un hombre que desde hace muchos ayeres, me platican, ha sido mecenas de escritores, periodistas y poetas, como Francisco Liguori y Gonzalo Martré, que gusta de la buena bohemia: tertulias donde se canta, se expresan pensamientos en pequeños y magníficos discursos y se declama,
Exacto, este ser humano excepcional, don Saúl Uribe Ahuja, es nada más y nada menos, recurro al lugar común porque es válido, un ejemplo de vida. Salud don Saúl/ por su nonagésimo aniversario/ en plena lucidez y vitalidad, / ejemplo de vida para la inmortalidad. Continuará.