IMPULSO/ Luis Ayala Ramos
Texcoco
: Es necesario que instituciones, productores y empresarios mexicanos se enfoquen a defender el maíz.
Ante la polémica que genera la siembra de transgénicos en México, el rector de la Universidad Autónoma Chapingo, Sergio Barrales Domínguez, aseguró que instituciones, productores y empresas mexicanas deben enfocarse en el mejoramiento de variedades de maíces criollos para obtener 23 millones de toneladas de esta semilla, “de lo contrario, el país continuará con la dependencia hacia Estados Unidos para la compra de alimentos y granos, a los que se les modifica algún gen”.
Al asistir al foro sobre Organismos Genéticamente Modificados (OGM), convocado por la Dirección General de Investigación y de Posgrado de Chapingo, el Rector aseguró que, ante las políticas establecidas por el país del Norte, México sólo puede aspirar a ser un país consumidor, a pesar de que cuenta con las condiciones para producir sus alimentos, por lo que se debe aprovechar la biodiversidad de maíz que se tiene. Indicó que es importante diversificar el ciclo de producción, desde la siembra hasta la comercialización, para no conformarnos sólo con el papel de consumidor. “Por ello, es importante promover la producción de nuestros maíces, y eso significa desplazar la posibilidad de que un transgénico sea introducido por las transnacionales”. Aseveró que no es viable que se permita la siembra de transgénicos por la simple razón de que la UNESCO ha declarado a la comida mexicana como patrimonio cultural intangible de la humanidad, lo que obliga al país a incluir la materia prima con la cual se elaboran los alimentos.
En su oportunidad, Luis Alberto Aguirre Uribe, profesor investigador de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro (UAAAN), dijo que existen grupos de científicos a favor y en contra de la siembra de los transgénicos, quienes defienden su punto de vista basándose en los estudios que realizan, sin embargo, lo más importante es entender que el problema radica en los dos bloques comerciales internacionales que luchan por el poder y control. “El comercio internacional obliga a México al hacerse parte del protocolo de Cartagena; al liberarse los maíces transgénicos o los organismos genéticamente modificados, los acuerdos no están por encima de la constitución, por eso Salinas de Gortari la tuvo que cambiar”.
23 millones de toneladas de maíz se requieren para que México no dependa de Estados Unidos.
