UNIVERSAL/Agencia SUN
Estados Unidos
No es otoño pero los Red Sox de Boston y los Yankees de Nueva York están regalando una serie que al observarla sin conocer la fecha, bien podría pensarse que es para jugar la próxima Serie Mundial.
A lo largo de la historia, las dos novenas han tenido la mayor cantidad de estrellas y este miércoles brillaron para los Yankees que derrotaron 9-6 a los Red Sox para adueñarse del primer lugar del Este de la Liga Americana y poseer el mejor record de la gran carpa.
Desde el 31 de marzo, los Red Sox se adueñaron de la cima y este día los Bombarderos del Bronx los derrumbaron con un rally de cuatro carreras en el octavo inning que incluyó un triple de Brett Gardner que puso al frente a los locales (6-7) y un cuadrangular de Aaron Judge de tres carreras que pusieron la bandera neoyorquina en la cima.
Es difícil imaginar que un equipo que ganó 25 de tus primeros 35 juegos no esté en la cima y si bien es cierto que Boston se encuentra en un tobogán con cinco derrotas en sus más recientes 10 encuentros, la nota la da Nueva York con su racha de 17 triunfos en 18 juegos, incluyendo 11 en casa.
Los neoyorquinos llegaron a estar a siete juegos y medio de distancia de los Red Sox, pero lograron desvanecerlo cuando sus bats resucitaron.
Hanley Ramírez le había dado a Boston la ventaja con una titánica explosión de dos carreras al volarse la barda en el séptimo rollo, pero al igual como sucedió en los standings, los Yankees se sobrepusieron a ello. La novena de la Gran manzana suma nueve victorias viniendo de atrás.
El relevista Matt Barnes cargó con el descalabro al aceptar dos carreras limpias en un tercio de labor. El cerrador también fue sacudido con el cuadrangular de Judge quien llegó a nueve.
Los Yankees son la organización que más carreras ha anotado con 209 carreras con un diferencial de +66 que empata en este rubro a los Red Sox.
La victoria fue para el relevista Jonathan Holder.
Los Yankees viven un romance con el triunfo al llegar a ocho en fila que este jueves podrían aumentar con una barrida sobre su más grande rival.