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Europa
A finales de marzo, los periódicos deportivos informaban de que Jamie Vardy, el delantero del Leicester, había sido fotografiado con una caja de snus poco antes del partido entre Inglaterra e Italia. “Muchos más futbolistas lo usan”, reconoció el deportista por aquel entonces. El también conocido como tabaco sin humo, prohibido actualmente en la Unión Europea —con la excepción de Suecia—, está en el ojo de huracán. Pero esta no es la primera vez.
El snus consiste en una mezcla de tabaco picado, sal y agua, que se coloca durante unos minutos por debajo del labio superior y que incluye nicotina
El snus se puede encontrar en cajas redondas con pequeñas bolsitas, donde se conserva la mezcla de tabaco picado, agua y sal. Su consumo, muy popular en Suecia, se realiza tomando una pizca de snus y colocándola debajo del labio superior durante unos minutos. Aunque este producto no se fuma, a diferencia de lo que sucede con los cigarrillos, el snus sí contiene nicotina, la principal sustancia adictiva del tabaco. Este alcaloide actúa sobre los circuitos de nuestro cerebro que regulan los sistemas de recompensa, aumentando los niveles de dopamina y generando la misma sensación de placer que sienten los fumadores. Al igual que ocurre con los cigarrillos, el snus es un hábito dañino que, por su composición, no resulta fácil de abandonar.
Además, aunque no resulte tan perjudicial como el tabaco, este producto no está exento de riesgos: diversos estudios ya han apuntando que su consumo se relaciona con una mayor probabilidad de desarrollar enfermedades como la diabetes tipo 2 e incluso algunos tipos de tumores, aunque los estudios sigan siendo limitados. “Es inconsistente con la evidencia”, decía la epidemióloga Kristin L. Sainani al periódico The New York Times, sugerir “que no hay absolutamente ningún daño a un individuo”.
La polémica vuelve otra vez a Europa
Esta misma mañana, el Abogado General del Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha dado a conocer su opinión sobre la ilegalización del snus en el viejo continente. Una directiva de 1989 prohibió inicialmente diversos tipos de tabaco de uso oral, una decisión que ratificaron dos directivas posteriores, publicadas en 2001 y 2014. En otras palabras, en Europa el consumo de snus está prohibido con la excepción de Suecia, país que negoció que se levantara dicha medida durante las negociaciones de su entrada en la Comunidad Europea.
Según el Abogado General del TJUE, el snus “es adictivo y perjudica a la salud en la medida en que aumenta los riesgos de ciertos efectos nocivos”
La popularidad del snus, pese a su prohibición, ha crecido en algunos regiones fuera de Escandinavia. El ejemplo del delantero Vardy es una buena muestra y, de hecho, la Agencia Mundial Antidopaje ha puesto en el punto de mira el uso de estos productos por su posible influencia en el rendimiento físico. La creciente fama de este tipo de tabaco no ha sido desaprovechada por la industria. La empresa Swedish Match, una de las que fabrica y comercializa snus, ha cuestionado la validez de la legislación en Reino Unido, que transpone precisamente la normativa comunitaria. La compañía alega que no se ha tenido en cuenta una supuesta nueva evidencia científica que favorecería los productos que vende; sin embargo, el Abogado General le ha quitado la razón.
En el comunicado que difunde su dictamen, se explica que el tabaco de uso oral “es adictivo y perjudica a la salud en la medida en que aumenta los riesgos de ciertos efectos nocivos”. Saugmandsgaard Øe propone además al TJUE que considere válida la ilegalización del snus ya que asegura que “el levantamiento de la prohibición de comercializar el tabaco de uso oral podría provocar un incremento global de los daños causados por el tabaco en la Unión”.
“El levantamiento de la prohibición de comercializar el tabaco de uso oral podría provocar un incremento global de los daños causados por el tabaco en la Unión”
Por último, el Abogado General rechaza que haya discriminación con otros productos, ya que considera que la regulación del snus cuenta con un tratamiento diferente al de otros como los cigarrillos electrónicos y el tabaco. El snus también protagonizó en el pasado un escándalo que obligó al anterior Comisario europeo de Salud y Política de Consumidores, John Dalli, a presentar su dimisión. Pese a la regulación diferente de unos y otros productos, cada vez son más especialistas los que piden restringir el consumo de este tipo de sustancias por sus efectos perjudiciales, incluido el mayor riesgo de cáncer y otras graves patologías.HIPERTEXTUAL