IMPULSO/Teodoro Rentería Arróyave
Vulgares atentados a las libertades
Es en verdad inconcebible que el presidente del Senado de la República, Ernesto Cordero Arroyo, más allá de ser un panista renegado por las cuestiones electorales coyunturales, se convirtiera en el enemigo máximo de las libertades de prensa y expresión al haber ordenado la cancelación del Primer Foro de los Medios Alternativos de Radio y Televisión y haber ordenado el lanzamiento o desalojo de los estantes, con estudios, cabinas y todo la infraestructura correspondiente, de la propia sede de Reforma de la Cámara Alta.
Después de que los grupos parlamentarios habían acordado la realización de tal foro, que enviaba al pueblo de México el mensaje de una verdadera apertura y apoyo irrestricto las libertades primarias, resulta que este sujeto, que en tiempos del inefable Felipe de Jesús Calderón Hinojosa nos lo quisieron imponer como Presidente de la República, ahora como líder del Senado de la República, por cierto, impuesto, enseñó el cobre de lo que está constituida su mente obtusa al decidir cancelar de última hora el mencionado foro de la radiodifusión por la Internet.
Ante el peligro de que esta alternativa de comunicación pudiera ser víctima de una legislación regulatoria, entiéndase, de una ley mordaza, los respetables compañeros colegas se acercaron a los senadores para llevar a cabo este Foro, en la propia sede del Senado y con instalaciones de sus propias cabinas de transmisión.
Todo estaba acordado para que, en la víspera, este martes tres de marzo, se inaugurara el foro y las cabinas de las diferentes radiodifusoras y canales de televisión por internet quedaran instaladas, repetimos en la sede de la Cámara Alta y de allí lanzaran sus señales al mundo.
Dentro de esas radiodifusoras alternativas se había acreditado Radio AMLO, lo cual seguramente le pasó de noche al susodicho Cordero Arroyo. Informado en la noche madrugada de lunes y martes de tal situación, montó en cólera y tomó las torpes y bárbaras decisiones de cancelar el Foro y ordenar el “lanzamiento” de todas las estaciones de radio y televisión.
Nuestra pregunta es reiterativa, ¿qué está pasando en el Senado de la República en manos de estos enemigos de las libertades primarias? El escándalo fue tan grande que se impusieron a tal agravio el senador morenista Marlon Berlango Sánchez y otros legisladores, y a partir de las 14:00 horas se inició la reinstalación de las radiodifusoras y televisoras alternativas, sólo en número de 17, pero con la limitante y censura de no contar con transmisión abierta.
No cabe duda de que estas mentes obtusas y caducas, en sus afanes e intereses, más allá de sus disque ideologías, los mueven las ganancias partidistas-económicas, Por tanto, es de preguntarse, ante estas acciones de barbarie contra las libertades que nos son propias, ¿cuánto tiempo más el pueblo aguantará estos vulgares atentados a las libertades de prensa y expresión? Continuará.
