Reunión del intelecto y el corazón
Teodoro Rentería Arróyave
Los encuentros sin desencuentros marcaron nuevamente la ruta de las sesiones de trabajo de nuestros entes gremiales: Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, FAPERMEX, y el Colegio Nacional de Licenciado en Periodismo, CONALIPE, llámense consejos, asambleas, congresos o citas de aprendizaje, como han sido los talleres, cursos y diplomados, todos ellos realizados en diferentes partes de nuestro territorio nacional o en el extranjero.
El conocer nuevos rincones de la patria o volver a disfrutar sus anfitrionías, lo mismo que sucede cuando viajamos al exterior, el encontrarnos nuevamente con los colega-hermanos-amigos que han enriquecido nuestras propias vidas, o bien, las nuevas “conocencias” que vamos sumando es parte muy importante de la vida misma y que le da sentido a la existencia.
Ahora, con motivo del LVII Consejo Directivo y Comité de Vigilancia, Honor y Justicia de la FAPERMEX, que preside la maestra Consuelo Eguía Toenlla y el VII Consejo Directivo y Comité de Vigilancia del CONALIPE, nos reunimos en esa capital de los atardeceres melancólicos y los amaneceres esplendorosos, gracias a nuestras organizaciones anfitrionas: Colectivo de Reporteros Sonorenses, Asociación del Norte de Sonora y Asociación de Periodistas de Agua Prieta que conducen los amigos colegas, José Alfredo Ochoa, José Manuel Velarde y Erick Martínez Ortega, quienes en conjunto y otros camaradas, nos ofrecieron una recepción espléndida de cuatro días.
Todo salió por nota, no obstante que, por situaciones ajenas a su voluntad, como lo declararon, tuvieron que echar a andar el Plan B, porque el A lo hicieron abortar. En serio, si no lo hubieran aclarado, ni nos hubiéramos enterado.
El Hotel Gándara, que fue la sede de nuestros trabajos, que se iniciaron con la conferencia magistral de la maestra Blanca Lilia Ibarra Cadena, directora general del Canal de Televisión del Congreso de la Unión. Exacto en su XX Aniversario.
La huida al Puerto de Guaymas con su delfinario, mismo que no sólo se dedica al espectáculo, sino lo que es más importante, la terapia a niños y adultos que la requieren. Huéspedes fuimos del presidente municipal, Lorenzo de Cima Dworak.
La cena en Casa de Gobierno con la presencia del secretario de Salud, contador Enrique Claussen Iberri, con la representación de la gobernadora Claudia Artemisa Pavlovich Arellano. La comida típica en Viva Sonora, con explicación de su propietario, ingeniero agrónomo, Miguel Cruz Ayala, de cómo creó ese oasis y rincón gastronómico en medio del desierto, con el asombro presencial de ver como se hacen las enormes tortillas de agua, que muchos conocen como “sobaqueras”, cuyo origen fue de mujeres árabes en estas tierras norteñas.
Rematamos algunos, que teníamos por los horarios de los aviones algún tiempo libre este domingo, con la “carne añeja”, suculencia que sólo se disfruta en Sonora, todo adosado con sus dulces típicos, sus coyotas y su bacanora. Horas interminables de trabajo, que se van sin sentir ante el arraigo de la amistad y la hermandad. Gracias a los anfitriones y a todos los que hacen posible estos encuentros del intelecto y del corazón.