Mtro. Marco A. Rodriguez Blásquez *
Hace unos días, en un Hotel de este municipio del Estado de México, estuvo el candidato presidencial por MORENA acompañado de uno de sus coordinadores de campaña, entre ellos Alfonso Romo. A dicho encuentro se dieron cita más de un centenar de personas, en su mayoría empresarios del Valle de Toluca, entre los invitados se encontraba el matrimonio integrado por mis amigos, el Ing. Pedro Enríquez, buen jugador de golf del Club San Carlos, y su esposa, la psicóloga social Rosario Gutiérrez.
Durante el discurso de AMLO, pudieron observar cómo Romo protegía al candidato, interviniendo continuamente sobre aquellos temas delicados en los que pudiera tropezar.
Desde hace doce años, Pedro Enríquez y Rosario Gutiérrez simpatizan con AMLO, razón por la cual asistieron al evento, pero en esta ocasión salieron desencantados del discurso que dio el candidato, observando en el mensaje de AMLO que ya se proyecta como si fuera el presidente electo. Además, dejó de manifiesto el autoritarismo con el que piensa gobernar. A manera de ejemplo, señalaron tres posicionamientos del moreno.
Jubilará a los Ministros de la Suprema Corte y los suplirá por aquellos servidores públicos que considere a su criterio como los más honestos.
En materia de Seguridad, convocará cada lunes a las 6:00 a.m. a los responsables de la seguridad en las entidades federativas a fin de evaluarlos y marcarles la línea a seguir.
Considera que el presidente es el Jefe de las Fuerzas Armadas, por lo que no tiene que pedir autorización alguna en sus decisiones.
Hasta aquí lo comentado por el matrimonio, lo que forzosamente obliga a la siguiente reflexión: AMLO se propone ejercer un severo control sobre las instituciones de justicia, ejecutando funciones metaconstitucionales, mediante las cuales pretende imponer a funcionarios incondicionales.
No hay duda de que el candidato de MORENA sea actualmente el puntero en las encuestas, sin embargo, aún falta tiempo para el día de la elección y muchas cosas pueden suceder. En las pasadas elecciones presidenciales de Estados Unidos, la candidata Hillary Clinton mantenía ventaja sobre Trump.
Por ello, considero que los resultados que arrojan las últimas encuestas y que ubican a AMLO con un 33%, a Anaya con 25% y a Meade con 14% deben tomarse con mesura y, de ser posible, analizar aquellos datos que proporcionan las metodologías con las cuales se realizan las encuestas. Ilustro esto con el siguiente dato: Manuel Herrero, de Suazos Consultores, cuyas encuestas aparecen en el Heraldo de México, menciona que no se está midiendo el número de personas que se niegan a ser encuestadas y que podría equivaler de un 30 a un 40% de indecisos. Esta cifra por si sola muestra el cambio radical que podría darse en las preferencias electorales una vez iniciadas las campañas y hasta el día de la elección.
Otro dato significativo que robustece la anterior hipótesis es encuestar a segmentos específicos de la población como el de género, en donde AMLO domina entre los hombres 28% y Anaya entre las mujeres 27%, lo que representa un empate técnico. Lo mismo acontece con el segmento de la edad, en jóvenes de hasta treinta años, las preferencias a favor de AMLO son del 32%, Anaya tiene 30%; y en los mayores de cincuenta años hay un empate, lo que viene a confirmar que, aún con todo el apoyo de AMLO, este sector no le garantiza la totalidad del voto.
Aun cuando Meade es el candidato menos apoyado por su partido, a partir de abril y con una estrategia articulada que “enganche” a los jóvenes e indecisos, tiene la oportunidad de dar un giro total, como sucedió en las pasadas elecciones en Estados Unidos.
Por último, están los debates que se llevarán a cabo y que, por el conocimiento y experiencia sobre el tema económico y social, aunado a su honestidad, es donde Meade podría también crecer.
De este análisis numeral, al parecer, el único que le puede hacer competencia a AMLO es Anaya. Sin duda, a los seguidores de AMLO que ha logrado aglutinar durante doce años de campaña será difícil hacerlos reflexionar sobre otra opción, pero serán los indecisos y los jóvenes los que definan el resultado electoral.
Así como el matrimonio al que hago referencia y de cuyo encuentro con AMLO salió reflexivo sobre el candidato al que le otorgarán su voto, también existe un sector importante de la población que reflexionará sobre su preferencia.
El que enarbola hasta hoy el liberalismo juarista, posición paradójica cuando hace alianza con el partido más conservador (Partido Encuentro Social), se vende como el redentor de los pobres, adalid de la corrupción, reconozcámoslo o no, es el único en estos momentos que representa la esperanza ante millones de mexicanos que esperan un verdadero cambio.
* Director de BGC Consultoría Estratégica.