IMPULSO/ E. F. Gallardo Sánchez
Fayad reculó
Pues nada, que el senador por Hidalgo, Omar Fayad, decidió recular, dar un paso atrás en su intento por criminalizar a los autores y difusores de memes en las redes sociales.
Omar Fayad ofreció quemar la llamada Ley Federal para Prevenir y Sancionar los Delitos Informáticos, presentada en el pleno el martes pasado.
“Ofrezco todas las opciones: corregir, quitar, aumentar o comenzar de cero una nueva redacción”, adelantó Fayad. “Si lo que quieren es que la queme, la quemamos, pero que no quede en la conciencia social y en las redes que quisimos hacer un intento de mordaza, eso jamás lo haría. Quemamos el primer texto, no hay problema, podemos construir una iniciativa que responda al problema que vivimos”, recalcó el autor de la nombrada “Ley Fayad”.
La iniciativa fue considerada por activistas y expertos en internet como una propuesta que criminaliza a los casi 54 millones de internautas en el país, además de atentar contra la libertad de expresión.
Seguramente, las decenas de memes que se publicaron en las redes sociales y que fueron reproducidos por miles más lo hicieron recapacitar para hacer a un lado esta tontería, propia de un Estado fascista.
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El cinco de noviembre entra en vigor la nueva Ley de Movilidad del Estado de México.
Un rasgo muy importante, aunque no lo parezca en principio, es que la capacitación a los choferes de las unidades de transporte público ya no estará en manos de particulares. Durante mucho tiempo, un grupo de vivales hicieron bastante dinero con la pantalla de las escuelas o centros de capacitación para operadores del transporte público. En esos lugares, sólo se les cobraba una cuota a los choferes para que acreditaran su participación en la supuesta capacitación, aunque en realidad nunca hubo tal. Al mismo tiempo, los propietarios de esos centros de capacitación le cobraban al Gobierno estatal por cada uno de los choferes que capacitaban, era un negocio redondo: no pagaban instructores, le cobraban a los operadores y al Gobierno y en lo único que gastaban era en una credencial que entregaban a los presuntos capacitados.
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Pues resulta que un grupo anarquista, el cual no quiere cambiar el sistema, que no busca atacar a los gobernantes, sólo quejarse por el ataque al mundo salvaje, por la depredación de las áreas verdes, se adjudicó un atentado ocurrido en la madrugada del sábado contra unidades del Mexibús.
Cuando nos enteramos del ataque y cómo se había dado, parecía un juego por el tamaño de los artefactos caseros que hicieron explotar, por la forma como lo hicieron.
Al día siguiente, apareció un comunicado en redes sociales firmado por una presunta “Secta Pagana de la Montaña”, cuyos integrantes se adjudicaron el atentado a las unidades del Mexibús.
Cuatro unidades resultaron con daños menores, aunque otros tres petardos no alcanzaron a estallar.
De estos datos se deduce que son un grupo casi de aficionados que sólo quieren llamar la atención, pero sin ningún fin de mayor envergadura, porque entonces habría consignas, un documento bien elaborado, bien pensado y mejor escrito, no esa mamarrachada que dejaron los presuntos anarquistas. Más bien parece un llamado de atención con miras a las elecciones del 2018.
Ecatepec, es cierto, casi resulta el mejor ejemplo de lo que no debe hacerse en materia de ordenamiento urbano. El hacinamiento en algunas colonias y la falta de servicios han creado problemas sociales que tarde o temprano terminarán por estallar. Y el hecho de que hayan elegido Ecatepec, bien puede llevar esa lectura, como lo dan a entender los “paganos de la montaña”.
Pero no debemos olvidar que los orígenes de nuestro gobernante en turno se remontan precisamente a Ecatepec, ésa es la otra lectura.
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Vaya, dicen que el PRI ya entró a los terrenos de la modernidad en la búsqueda del voto ciudadano. En el partidazo estarían utilizando la neurociencia para evaluar la reacción de los votantes y, en función de ello, elegir a sus candidatos y sus maneras de comunicarse con el electorado.
Dicen que en la campaña de Peña Nieto ya se utilizó esta herramienta para medir impulsos cerebrales, excitación de la piel, ritmo cardiaco y expresiones faciales.
Si eso fue cierto, entonces dejaron de hacerlo y por eso los resultados de las elecciones de este año no fueron del todo satisfactorios.
Esta versión más parece un cuento de ciencia ficción y ganas de ver lo que harán los políticos y sus partidos en el futuro.
