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Estados Unidos
Según United Network for Organ Sharing, la organización no lucrativa que maneja la red de transplantes de órganos de Estados Unidos, su información preliminar muestra que el número de donantes de órganos fallecidos alcanzó un récord en 2017 por quinto año consecutivo.
También hubo un récord en el número total de donantes, tanto vivos como fallecidos: 16 mil 462, un 3 por ciento más respecto al año anterior.
Hubo más de 10 mil donantes muertos de órganos el año pasado, un aumento del 3 por ciento respecto al año pasado y un aumento del 27 por ciento desde 2007. Más de mil 300 de esos donantes, o el 13 por ciento, murieron por sobredosis de drogas.
“Cerca del 40 por ciento del aumento (en los últimos cinco años) se remonta a la cuestión de intoxicación con drogas”, dijo el doctor David Klassen, jefe médico de la red. Y aunque la información no determina qué drogas contribuyeron a esas sobredosis, Klassen dice que los opioides pudieron haber estado involucrados.
“No tenemos la información… para decirlo con certeza, pero creo que es una suposición razonable”, dijo Klassen.
En los últimos cinco años, el número de donantes muertos aumentó en un 24 por ciento, mientras que el número de donantes que murieron por sobredosis de droga aumentó en un 144 por ciento. En 2013, solo 560 donantes murieron por sobredosis o intoxicación; el año pasado, la cifra fue de 1.367.
De hecho, Klassen señaló que las personas que mueren por sobredosis son usualmente buenos candidatos para ser donantes de órganos.
“Tienden a ser jóvenes y no tienden a tener la carga de enfermedades asociadas con la edad”, dijo él.
Si bien las drogas puedan hacer que las personas dejen de respirar o que sus corazones dejen de latir, estas no necesariamente dañan los órganos, dejándolos viables para un transplante.
Las más recientes cifras de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos indican que más de 63 mil personas murieron de sobredosis en 2016. Más de 42 mil de esas muertes involucraron algún tipo de opioide, siendo los más comunes las drogas ilícitas como la heroína y el fantanilo en el mercado neegro. Y aunque las cifras de 2017 aún no han sido publicados, información preliminar no da señas de un desaceleramiento.
Klassen también señaló que los cambios de políticas en 2013 ampliaron los criterios para posibles donaciones de órganos desde quienes puedan estar en mayor riesgo de VIH hasta aquellos con mayor riesgo de transmitir hepatitis B y C. Este aumento del riesgo puede determinarse a partir de exposiciones tales como actividad sexual o uso de drogas intravenosas; pero eso no significa necesariamente que un donante tenga el virus.
Los avances en la ciencia y la práctica de la adquisición y el trasplante de órganos, así como la conciencia pública también han contribuido al número récord de donantes de órganos, dijo Klassen, pero es difícil negar que la epidemia de los opioides ha sido un factor.
“La epidemia de opioides es algo que claramente nadie esperaba. Es una situación claramente trágica. Pero hay también un lado positivo”, agregó. TELEVISA NEWS